Los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y Guyana, Irfaan Ali, acordaron un compromiso de no amenazarse ni utilizar la fuerza en ninguna circunstancia, marcando un hito en las relaciones bilaterales entre ambos países.
Este acuerdo de no agresión incluye disposiciones específicas para abordar las controversias existentes, destacando la disputa territorial por la región del Esequibo, la cual ha elevado la tensión en las últimas semanas. El territorio en cuestión abarca casi 160,000 kilómetros cuadrados y es rico en recursos naturales.
Ambas naciones acordaron resolver cualquier controversia “de conformidad con el derecho internacional, incluido el Acuerdo de Ginebra” de 1966. Este acuerdo, respaldado por Caracas, establece la resolución de conflictos a través del diálogo. Según el comunicado conjunto emitido por los gobiernos de Venezuela y Guyana, ambas partes se comprometen a seguir dialogando sobre cualquier otro asunto de importancia mutua.
En la reunión, Maduro y Ali también se comprometieron a abstenerse “ya sea de palabra o de hecho, de intensificar cualquier conflicto o desacuerdo derivado de cualquier controversia”. Este gesto de compromiso y diálogo busca fortalecer la estabilidad en la región y evitar escaladas que pudieran poner en peligro la paz entre ambos países.
El acuerdo representa un avance significativo en las relaciones bilaterales y ofrece un marco para la resolución pacífica de las disputas territoriales pendientes.