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Señor Director:
Recientemente fue publicado el Decreto 32 que incorpora un nuevo Manual de Seguridad Privada, mientras esperamos que la Ley aprobada por el Congreso a fines de noviembre del año pasado sea promulgada por el Presidente de la República. Este nuevo Manual, permitirá entre otras indicaciones, corregir la exigencia de la enseñanza media, dejando como requisito, solo para quienes se incorporan como nuevos componentes de la Seguridad Privada, se establece también una ampliación en la vigencia de las Directivas de Funcionamiento de tres años y se autoriza realizar las capacitaciones y cursos de instrucción vía E-learning. Sin duda, todas estas medidas son avances significativos para mejorar los procesos y elevar el estándar en la formación, capacitación y contratación de Vigilantes y Guardias de Seguridad.
Sin embargo, seguimos en deuda, con la burocracia y lentitud en la inscripción de los cursos, que se deben presentar a la autoridad fiscalizadora, antes de ser impartidos por los organismos que ya cuentan con sus respectivas acreditaciones y una vasta experiencia en este ámbito. Es urgente dar dinamismo y agilidad a los procesos de acreditación, capacitación y formación de guardias y vigilantes, sobre todo, pensando en que hoy más que nunca, se hace necesario contar con más personal validado por la autoridad fiscalizadora, que colabore en la prevención de los delitos, especialmente en recintos privados y de atención a público, como comercios y condominios.
Aldo Vidal Asesor del Comité Técnico de la Asociación de Empresas de Seguridad Privada (ASEVA)