Señor Director:
En el actual escenario, con largos tiempos de confinamiento o encierro e incertidumbre sanitaria, académica y laboral, se han elevado los niveles de estrés, angustia y ansiedad en la población. Ante esa realidad, las actividades físicas, en especial las que podemos realizar al aire libre y en contacto con la naturaleza, son las más recomendables.
Es importante puntualizar que este tipo de actividades, que parecen ser muy entretenidas y sencillas, requieren de una buena planificación, organización y ejecución. Sobre todo, se debe poner atención en la seguridad. Por ello es indispensable revisar detalladamente los elementos necesarios para el tipo de actividad que se va a desarrollar, junto con respetar las medidas de seguridad adicionales de cada lugar que visitemos; por ejemplo, transitar por los senderos y lugares demarcados.
Sumado a lo anterior, llevar una hidratación suficiente e individual (privilegiando el agua), protectores solares, tanto de piel como de ojos, y finalmente adicionar las medidas para evitar contagios por Covid-19, es decir, uso de utensilios individuales, lavado frecuente de manos, ya sea con agua y jabón o con alcohol gel, y uso de mascarilla cuando sea posible. En el caso de la actividad física intensa, el uso de mascarilla no es recomendado, ya que puede alterar la dinámica de ingreso-salida de oxígeno y dióxido de carbono por medio de la respiración.
Considerando lo indicado, la actividad física al aire libre es una buena instancia de recreación y nos ayuda a enfrentar las complejidades que estamos viviendo, pues nos permite divertirnos, estar en contacto con la naturaleza y aprovechar las bondades de la estación. Para que aquello suceda, debemos estar atentos a cuidar nuestra seguridad y salud, lo que requiere de organización, conciencia y responsabilidad individual.
Pablo Luna Villouta
Académico Pedagogía en Educación Física USS