Señor Director:
Tras casi 20 meses desde que se inició la pandemia por Covid-19, es preocupante el estado de salud de las personas mayores que todavía se encuentran, en su mayoría, confinadas en sus hogares.
Se sabe que entre las consecuencias del aislamiento social se encuentran: disminución de la actividad física, aumento de la obesidad, cambios metabólicos perjudiciales y aumento de las enfermedades crónicas, como también alza de las afecciones asociadas a la salud mental, por ejemplo, estrés, ansiedad, depresión e incluso aceleramiento del deterioro cognitivo. Se evidencia también disminución del funcionamiento de la persona mayor y una baja percepción de calidad de vida.
Debido a lo expuesto, es necesario que las personas mayores participen en talleres que promocionen los hábitos y estilos de vida activos saludables, ya que los beneficios para la salud son innumerables mientras que los riesgos del sedentarismo se siguen documentando a través de la evidencia científica.
En el caso de las personas mayores que se encuentren con alguna condición de salud, se sugiere que ésta sea controlada y supervisada por profesionales del área correspondiente.
En cuanto a la actividad física, las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2020) para personas mayores son de 150 a 300 minutos a la semana de ejercicio físico de tipo aeróbico, como caminata o baile, de intensidad moderada, es decir, de 20 a 40 minutos diarios, o de 75 a 150 minutos de intensidad vigorosa, o sea, de 10 a 20 minutos diarios. Además, se deben contemplar ejercicios de fortalecimiento muscular 3 o más veces a la semana, y ejercicios orientados al equilibrio y la prevención de las caídas.
Yazmina Pleticosic Ramírez
Académica de Pedagogía en Educación Física USS
