Señor Director:
Chile ha dado importantes pasos en pro del desarrollo sostenible y una muy buen noticia en ese sentido fue el reciente anuncio de adelantar la meta de descarbonización, inicialmente fijada para 2040, al año 2030. Si bien la mesa público privada que trabaja estas materias debe analizar los aspectos normativos y operativos que garanticen el abastecimiento responsable con nuevas fuentes de energía, es clave que en paralelo empecemos a diseñar nuestras ciudadades con una mirada de eficiencia energética que asegure el buen uso de los recursos. Actualmente, la operación y construcción de edificios representan casi el 40% de las emisiones de CO2 relacionadas con la energía a nivel mundial, una cifra que refuerza la importancia de renovar el sector y dar paso a proyectos con baja huella de carbono a partir de nuevas tecnologías.
No debemos esperar nuevas construcciones, con pequeñas innovaciones podemos automatizar y controlar mecanismos para el ahorro de energía, alcanzando reducciones de consumo de hasta un 30%. Gestionar la iluminación de manera automática según hora del día y ubicación de escritorios, ocupar sensores que apaguen todo en ausencia de personas, configurar iluminación según momentos de la jornada, son todas cosas que pueden contribuir a la meta de consumo responsable y eficiente.
Operar sin centrales a carbón es crucial, pero no es la única medida. Pensar en edificaciones más sustentables es prioritario si se quiere cumplir con los desafíos planteados al 2030 y lograr las llamadas cuidades del futuro, incluso antes de lo planificado.
Pablo Psijas
Country Manager SEAL Telecom