Acceso de migrantes a la Educación Superior
Señor Director:
Chile es un receptor de oleadas de migrantes desde siempre, destacando en los últimos años los provenientes de Venezuela,
Haití y Colombia. Como sabemos, gran parte de ellos arribaron en precarias condiciones económicas y de salud y una vez en el país comienzan lentamente a encontrar un lugar en el mundo del trabajo. Se puede decir: “No deben ser muchos los casos de jóvenes de familias en esta situación, por qué entonces preocuparnos por esto”; pero es de gran relevancia y obliga a robustecer mecanismos inclusivos que favorezcan el ingreso a las universidades, centros de formación técnica e institutos profesionales.
El acceso a la educación superior favorece el proceso de movilidad social e impacta en el mejoramiento de las condiciones de vida de estos estudiantes y sus familias. En este esfuerzo deben participar las universidades y el Estado. Los apoyos a estos/as jóvenes deben apuntar al resguardo de que su situación migratoria no sea un impedimento para continuar sus estudios. Esto implicaría, por ejemplo, flexibilizar algunos mecanismos y requisitos para la postulación a las instituciones y a la gratuidad y generar una detección temprana de casos a través de los programas de inclusión que se trabajan desde la enseñanza media con liceos vulnerables.
Esta mirada del valor puesta en lo social nos ayuda a ir creciendo como colectivo humano, a ir reduciendo la pobreza y a construir una sociedad de oportunidades. No podemos dejar en el olvido a estas y estos jóvenes, que por diversas razones se encuentran viviendo en nuestro país.
Andrés Roldán Tonioni
Académico UA