Señor Director:
Marcas sostenibles, verdes, sanas, ecológicas y respetuosas, es lo que los consumidores de hoy buscan y lo que las empresas desarrollan y comunican. Sin embargo, cuando nos movemos a los supermercados o almacenes, nos encontramos con que “ser ecológicos, respetuosos, conscientes y, sobre todo, sanos, es más caro que no serlo.
Por ejemplo, la leche blanca líquida. Si se elige 1 litro de leche semidescremada sin lactosa, cuesta entre un 18% y un 25% más que la leche entera de la misma marca y formato. El spaghetti sin gluten vs el normal: un 116% más. Pareciera que la conciencia por un “mundo mejor y más sano” está destinado a los que pueden pagar más.
En Chile, un país de ingreso medio, donde la pandemia de obesidad y sobrepeso es la segunda más alta de la OCDE (después de México y antes de Estados Unidos), no es lógico que para llevar una vida más sana se deba pagar más. Creemos que existen acciones que podrían mejorar y estimular el consumo más consciente, tales como: incentivos tributarios a la producción y venta de productos sanos; sacrificio de márgenes por parte de productores y toda la cadena de distribución; campañas comunicacionales que incentiven la elección de esos productos.
Tener marcas y productos conscientes, sostenibles, “verdes” y que respondan al temido Cambio Climático no es sólo producirlos y comunicar sus beneficios, el verdadero cambio es que la ciudadanía tenga acceso real a ellos.
Juan Claudio Edwards
Addval Branding