Señor Director:
Me referiré a un hecho que estimo delicado, por la condición de sus actores y sus implicancias:
Don Fernando Atria y don Renato Garín. Ambos abogados destacados, poseedores de posgrados en prestigiosas universidades europeas, docentes de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile y miembros de la Ilustrísima Convención Constituyente.
Don Renato tuvo la desafortunada idea de oponerse a la contratación de doña Antonia Atria Fuentes, socióloga, senadora académica de la Universidad de Chile e hija de don Fernando, como asesora de una convencional constituyente, la que debía su elección al excedente de los sufragios obtenidos por don Fernando.
Esto parece haberle sentado muy mal a la familia Atria Fuentes. Tanto así que al celebrar el cumpleaños de una amiga de doña Antonia en su residencia, no se les ocurrió nada mejor que hacer confeccionar una piñata con el rostro de don Renato Garín y proceder a apalearla con gran jolgorio, reproduciendo los hechos en un video de profusa circulación en las redes sociales.
Don Fernando alegó desconocimiento de los hechos y presentó excusas. Sin embargo resulta difícil aceptar que, tanto él como su distinguida cónyuge, doña Ximena Fuentes,también destacada abogado y académica, hoy sub-jefe de la diplomacia chilena, desconociesen las modalidades de la celebración a efectuarse en su hogar.
Es sorprendente que se trate de una pugna entre afines, ambos
gobiernistas y partidarios del Excelentísimo señor Gabriel Boric Font.
Lo grave es el odio que estos hechos irradian. Se comienza golpeando una piñata con el rostro de alguno que nos sea antipático, se continua portando una camiseta con esa faz atravesada por las balas, unos pocos pasitos más y pueden brotar émulos de Apablaza o Norambuena.
Jaime Antonio Etchepare Jensen