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Señor Director:
La desafectación política que quedará manifiesta en las próximas elecciones no demuestra más que el desinterés de formar filas de las nuevas generaciones con inquietudes sociales. Esas extensas papeletas donde aparecerán muchos independientes ratifica un fallido sistema político donde los partidos, identificados como los principales actores, pierden su capacidad de aglutinar banderas comunes dejando de lado una de sus básicas funciones, el buscar acuerdos.
Hace 9 años se quebró el sistema binominal, se golpeó la mesa, se buscó un fortalecimiento de la representatividad orquestado por los mismos que hoy gobiernan y que añoran unificación de opiniones en el Parlamento. La soberbia del éxito les duró hasta que llegó el fracaso del modelo antes planteado. ¿Y a qué costo?
Roger Cisterna Rondanelli
Lic. en Ciencias políticas/ Adm. Público