Los comicios que se realizarán el próximo fin de semana son históricos, partiendo por la primera elección de gobernadores regionales.
A esto se suma que también se elegirá, por primera vez en la historia republicana, a ciudadanos que participarán en la construcción de la nueva Constitución Política que regirá el destino del país.
Lo anterior, tras el estallido social, en donde salieron a la luz pública todos los problemas que vive la sociedad chilena. En medio de esa vorágine, la clase política debió llegar a acuerdos en el mediano y largo plazo, para encontrar una solución a las controversias.
Parlamentarios y dirigentes de casi todo el espectro político se reunieron el 15 de noviembre de 2019, en dependencias del Senado, en Santiago. Ahí surgió la idea del Plebiscito, realizado en octubre pasado y el concepto de una nueva constitución.
Fue la ciudadanía la que se inclinó a favor de una nueva carta fundamental y una Convención Constitucional que no incorporara parlamentarios para su redacción. Esos representantes serán electos a partir del próximo sábado.
Se definió que la Convención Constitucional estaría compuesta por 155 personas escogidas mediante el voto popular y se utilizaría el actual sistema de distritos parlamentarios para definir los escaños.
Sin embargo, durante su tramitación en el Congreso surgió la propuesta de incluir ciertas voces y asegurar una participación paritaria, inclusiva, con independientes y los pueblos originarios.
El debate de los tres primeros puntos fue medianamente fácil, se extendió por alrededor de tres meses y estableció que la Convención Constitucional estará compuesta por hombres y mujeres, en partes iguales. Mientras que las listas de candidatos deben ser paritarias.
Más complejo fue la inclusión de personas en situación de discapacidad, puesto que solo se garantizó un 5% de participación en las listas para candidaturas.
Con los independientes pasó algo similar, puesto que hasta último momento se estuvo negociando bajar los porcentajes necesarios para lograr inscribir las candidaturas y listas. Además de que no fuese necesario ir presencialmente a las notarías para entregar los patrocinios.
Otro debate se vivió con la participación de los pueblos indígenas. Su análisis se extendió por casi un año. En donde no había acuerdo era en la forma en que se iban a designar los escaños reservados, fuera o dentro de los 155 cupos mencionados.
También se debatió cuántos escaños se otorgarían. La propuesta de la oposición entregaba 24 puestos fuera de los 155 que serían elegidos de forma popular, mientras que el oficialismo consideraba una cifra menor y dentro de los 155.
Finalmente, serán 17 los escaños reservados para los pueblos originarios, dentro de los 155 convencionales. A raíz de esto, algunos distritos cedieron un cupo para estos puestos.
A diferencia de los convencionales, los representantes de pueblos originarios tienen un titular y un suplente para su elección.
Los plazos
La Convención Constitucional funcionará por nueve meses, plazo que puede ser prorrogado por una sola vez, hasta tres meses.
Una vez que el Presidente o Presidenta de turno tenga la nueva carta fundamental, deberá llamar a un plebiscito de salida, cuya votación es obligatoria y se debe realizar en un plazo máximo de 60 días después del decreto convocante.
En caso de haber otra elección popular dentro de esos 60 días, el plebiscito se retrasará para el domingo siguiente. Además, no se realizará en los meses de enero o febrero, por lo que si la fecha calzase para esos meses, se concretaría el primer domingo de marzo.
¿Cómo debe ser la Constitución?
Hay diversas voces que han opinado respecto a cómo debe ser la nueva carta magna y, algunas de ellas, recomendando una mayor inclusión de las regiones y la participación ciudadana.
Heinrich von Baer, presidente de la Fundación Chile Descentralizado, comentó que “la actual constitución es infranqueable. Se han tenido muchas oportunidades, durante estos años, para avanzar en materias de descentralización y la respuesta siempre fue la misma ‘no se puede, la constitución no lo permite’. Debemos consagrar bases sólidas para el nuevo modelo de Estado y así no dejar escapar los talentos que existen en las regiones”.
Von Baer agregó : “tenemos que ayudar a disminuir las brechas territoriales que existen y consolidar las bases de un nuevo modelo de Estado unitario y descentralizado, que sea unitario en lo esencial e indivisible. Mientras que descentralizado y con autonomía para nuestras regiones y comunas, capaces de asegurar servicios básicos de calidad para sus semejantes”.
En tanto, la directora del departamento de Administración Pública y Ciencia Política de la Universidad de Concepción (UdeC), Violeta Montero, apuntó a la participación ciudadana que debe tener este debate.
“La participación ciudadana debe ser un principio rector, pensando desde los territorios y con una representación de todos los grupos en los asuntos públicos. Es obligación de la ciudadanía participar en los temas de interés públicos y esta debe ser incidente e inclusiva”, expresó.
La también doctora en sociología indicó que “la participación debe promoverse en el trabajo de la convención, estando presente con la descentralización de las audiencias o asegurar la transparencia y publicidad de estas sesiones”.
Texto: Marcelo Castro / Diario de Concepción