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Un grave traspié sufrió la comuna de Cobquecura en su afán de tener en el corto plazo un Pan Regulador que actualice el existente y defina un modelo de desarrollo armónico para la comuna costera, que ha tenido un gran crecimiento en los últimos años y que debiera continuar por la senda de una evolución permanente.
La empresa a cargo del informe fue desafectada, se lamentó el alcalde de la comuna costera Julio Fuentes Alarcón, lo que retrasará en al menos cuatro o cinco años los cambios que se pretenden hacer en el territorio, sobre todo en lo que se refiere a la subdivisión predial.
La transformación que ha experimentado la comuna debiera llevar a modificar la estructura de subdivisión de 5.000 metros cuadrados, para permitir la construcción habitacional o de diversos proyectos turísticos y evitar la aparición de loteos irregulares bajo la forma de venta de derechos.
En estas condiciones, Cobquecura está en una situación similar a varias comunas de Ñuble que aún no han podido formular una carta de navegación que establezca reglas claras para el uso de suelos y fije normas para el sector habitacional o empresarial.
En Ñuble, planteó el seremi de Vivienda y Urbanismo, Carlos Urrestarazu, a un año de la creación de la región existen cuatro comunas que no tienen Plan Regulador Comunal (PRC), como son Trehuaco, San Nicolás, Coihueco y Pinto.
En la actualidad, precisó la autoridad, están asesorando a la comuna de Quirihue, que está licitando el estudio de actualización del instrumento de planificación con fondos del FNDR.
Y adicionalmente, la entidad estatal espera licitar el próximo año la esperada elaboración del Plan Regulador Comunal de Pinto, el que fuera iniciado el año 2004 y posteriormente desechado.
En el caso de la comuna cordillerana, el Minvu está apoyando técnicamente al municipio, en conformidad a lo establecido en el artículo de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC).
De acuerdo a la legislación vigente, la planificación urbana se efectúa en varios niveles de acción, como la Política Nacional de Desarrollo Urbano (PNUD), las de acción intercomunal que corresponde a los Planes Reguladores Intercomunales y finalmente los Planes Reguladores Comunales (PRC). En la capa comunal, además, se cuentan el Plan Seccional, limitado a un sector determinado, y el Límite Urbano, que es la manera más precaria de zonificación.
En el ámbito regional, plantea el seremi, solo existe un instrumento de planificación de nivel intercomunal, que corresponde al Plan Regulador Intercomunal de Chillán-Chillán Viejo (Prich), vigente desde el año 2007, pero que se encuentra desde el año 2017 en proceso de actualización. En el ámbito comunal, cuatro de las 21 comunas que conforman la región no poseen un Plan Regulador Comunal, como son Coihueco, Pinto, San Nicolás y Trehuaco. Ellas poseen solamente un límite urbano, que establece la separación de las áreas rurales.
En tanto, de las 17 que cuentan con un Plan Regulador Comunal, ocho poseen instrumentos de gestión cuya entrada en vigencia data desde hace más de una década y están al borde de la obsolecencia. En este caso están Quillón, Yungay, Cobquecura, Ninhue, Portezuelo, Quirihue, Ránquil y San Fabián. En esta última comuna, el Plan Regulador data del año 1967, por lo que está sobradamente obsoleto.
Las comunas que tienen planes reguladores recientes son El Carmen, Ñiquén, Coelemu, San Carlos, Chillán Viejo, Chillán, San Ignacio, Pemuco y Bulnes.
Actualización
En la actualidad, y dada la necesidad de que las comunas de la Región de Ñuble posean una planificación de un nivel superior, varias se encuentra en proceso de generación de planes reguladores o de actualización de ellos.
En el caso de Bulnes, el alcalde Jorge Hidalgo mencionó que si bien tiene una carta vigente, desde el año 2020 comenzarán un proceso para modelar uno plan que se acomode al nuevo rol de capital provincial y el crecimiento inmobiliario que se registra, sobre todo en la cabecera comunal, donde están en construcción más de 200 casas y esperan otras 150.
El presidente del Colegio de Arquitectos de Ñuble, Pedro Ramos, precisa que para la entidad que dirige, es indudable que la planificación urbana se transforma en un instrumento clave en la regulación de las comunas que permitirá ordenar las distintas actividades que se desarrollan en cada territorio.
Adicionalmente, precisó, las comunas que no tienen planes reguladores o medios de planificación actualizados deben ser capaces de definir las áreas verdes; zonas de infraestructura vial, proponer ensanchamientos y expropiaciones que permitan el desarrollo armónico de ellas.
Para la entidad gremial, “es importante que las comunas delimiten las áreas urbanas y promuevan la sectorización al interior de cada una de ellas y establecer además la prohibición de actividades molestas, insalubres y otras que no sean concordantes o que presenten riesgos o peligros a sus habitantes”.