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“Me siento orgulloso de ser chillanejo”, dice Franz Dué Aguayo (45) al recordar la reciente competencia nacional de operadores de maquinaria, que lo coronó como el representante de “Finning Chile” en el Desafío Mundial, organizado por Caterpillar, que se realizará en EE.UU.
El trabajador, quien está hace dos años y medio en la división Antucoya en Antofagasta Minerals, brilló tras enfrentarse con más de 200 operadores del país, demostrando su destreza, precisión y seguridad en pruebas de alta tensión.
En la primera prueba, los participantes trabajaron en un circuito tipo motocross con un mini cargado donde debían hacer equilibrio con una pelota sobre una estructura y luego acarrear material. Con una retroexcavadora demostraron precisión, botando pelotas de tenis que estaban sobre conos y consiguiendo el gol con una pelota de fútbol en un pequeño arco.
Ésta fue una de las varias etapas, donde Franz brilló y dejó en lo alto no solo a su capital regional, sino también a su oficio. Se siente orgulloso, porque, además, este logro es una forma de reconocer a su padre, su primer maestro, de quien heredó el valor de este trabajo.
“Es bonito que a uno lo reconozcan, también uno se siente responsable de la siguiente etapa. Porque representar a Chile a nivel sudamericano, en una competencia que por primera vez se va realizar, es una responsabilidad tremenda, me deja muy contento y emocionado. Uno siente que está haciendo las cosas bien, me siento orgulloso de ser sureño”, sostiene.
El chillanejo ahora deberá enfrentar un nuevo desafío que será a fines de octubre en el Centro de Entrenamiento de Caterpillar en Clayton, EE.UU, donde deberá medirse con operadores de más de 30 países, desde donde saldrán los tres finalistas que finalmente competirán en marzo de 2020 en Las Vegas.
“Uno nunca tiene que confiarse, en esta competencia estaba tranquilo, pero para la siguiente etapa, tengo que estar el 1 y 3 de octubre en una capacitación. Uno de los temas que quiere dar a conocer Caterpillar son las nuevas tecnologías que se están aplicando en el funcionamiento de las maquinarias, en aspectos de rendimiento e impacto ambiental, y eso hay que aplicarlo y para eso nos van a preparar para estar al nivel que se necesitan en EE.UU”, comenta.
Un viaje a Brasil para dos personas, una visita a las fábricas de Caterpillar, un medalla de oro, una copa, una gift card de 750 mil pesos y una certificación de fábrica para una máquina a elección, fueron los premios que recibió Franz tras coronarse campeón en su disciplina a nivel nacional.
“He hecho de este oficio, una profesión y he avanzado en años y experiencias, terminando mis desafíos. Si bien ante lo hacía de manera semiformal autorizado por algún supervisor, ahora definitivamente tengo que optar, y se van abrir las puertas, de ser instructor, porque uno reúne todas las herramientas”, destaca.
Franz Dué es casado hace 13 años y tiene 3 hijos, Franz (12), Lorenzo (8 )y Alfonso( 5). Vive en la ruta 5 norte en cercanías de Iquique, hasta donde se trasladó en busca de mejores oportunidades laborales tras trabajar 10 años para la minera Los Bronces en Santiago.
A los 14 años dejó su barrio Ultraestación para vivir en Constitución junto a sus padres. Aún viaja a su ciudad natal en verano, ya ahí esta gran parte de su familia. Por ahora el norte es su tierra adoptiva, pero lleva a la región de Ñuble en el corazón.
“Tengo lo mejores recuerdos de Chillán, cada vez que puedo saludo a mis compañeros de curso, porque fue una de las mejores etapas de la vida. Me acuerdo del Mercado Persa, donde trabaja mi mamá, el Devorín y las experiencias que uno tiene como alumno. Los viajes que hacíamos a Nueva Aldea en verano y los paseos del grupo scout a Pinto”, rememora.
Trabajar en la minería no es una pega fácil, es ruda y pesada. Se sacrifica todo por la familia, pero cada uno pone su precio, dice Franz, quien se esmera por dignificar el oficio.
“Acá en un principio era operador de un solo equipo, pero por las necesidades de la minería soy operador polifuncional. Partimos desde equipo de apoyo, es decir limpiar pistas, hacer trabajos de construcción de ramplas, traslado de materiales, y luego hay que cargar camiones, las palas eléctricas. Se trabaja 12 horas, y el trabajo es pesado, sobre todo el trabajo de noche, pero hay llevar más recursos y que la familia esté mejor. Por las necesidades, uno tiene que sacrificar cosas, pero también tiene su recompensa”, explica.
Por estos días Franz se prepara full para lo que se viene, ya que por primera vez gracias a este chillanejo estará presente Finning Chile en El Caterpillar 2019/2020 Global Operator Challenger. Se trata de la competencia más importante del mundo en su tipo, siendo su objetivo poner resaltar la importancia del trabajo de los operadores de equipos de movimiento de tierra, contribuir a su desarrollo y reconocer su talento.
