Superficie frutícola creció 31,4% en Ñuble
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Un incremento de 31,4% experimentó la superficie de frutales en la Región de Ñuble en los últimos tres años, al pasar desde las 10.792 hectáreas en 2016 a 14.184 hectáreas en 2019, según reveló el Catastro Frutícola de Ciren-Odepa 2019, cuyos resultados se entregaron ayer en Santiago, en una actividad encabezada por el ministro de Agricultura, Antonio Walker, en el marco de la Expo Chile Agrícola.
En esta edición del catastro, que actualizó las cifras de nueve regiones (Arica, Tarapacá, Maule, Ñuble, Biobío, La Araucanía, Los Ríos, Los Lagos y Aysén), se observó una expansión de 21,5% en la superficie, destacando los incrementos en las regiones del sur. Es así como las mayores variaciones se registraron en Los Lagos (68,7%), Los Ríos (47,7%), Biobío (40,8%), La Araucanía (37,1%), Ñuble (31,4%), Maule (14,7%) y Aysén (13,1%).
De esta forma, la región concentró el 4,1% de la superficie nacional, que alcanza 342.671 hectáreas, ocupando el séptimo lugar, después de O’Higgins (85.284), Maule (76.374), Metropolitana (52.467), Valparaíso (49.635), Coquimbo (27.177) y La Araucanía (14.440). Luego siguen Atacama (9.266) y Biobío (5.843).
En el análisis por provincia, Punilla lidera con 7.712 hectáreas (54,3%), seguida de cerca por Diguillín, con 6.263 ha (44,1%), mientras que Itata sumó 208 ha (1,5%).
Variación por especies
Al igual que en 2016, el arándano americano es la especie más plantada, con 4.023 hectáreas, anotando un alza de 17,3%. En segundo lugar, el avellano europeo, que saltó desde el quinto lugar, al pasar de 759 a 2.944 hectáreas, lo que representó un aumento de 287%.
Le siguen los cerezos, que subieron de 1.300 a 1.600 hectáreas (23,1%); los nogales, que aumentaron de 1.135 a 1.497 (31,9%); las frambuesas, desde 1.378 hasta 1.419 (3%); el manzano rojo, que tuvo una variación de 5,8%, al incrementarse desde 807 a 853 hectáreas; y el castaño, que pasó de 689 a 768 (11,4%).
Por otra parte, las mayores bajas se observaron en nectarinos (-73,6%), ciruelo europeo (-45,1%) kiwis (-34%), olivo (-10,3%), moras cultivadas (-8,4%) y pera asiática (-4,1%).
Dinamismo en Ñuble
El ministro Walker destacó el valor de la información entregada por el catastro. “La fruticultura hoy supera las 342 mil hectáreas plantadas en Chile y vemos cómo algunas regiones aumentan significativamente su superficie, como el Maule y Ñuble, y también tenemos algunas sorpresas, como el cerezo, con más de 38 mil hectáreas; el arándano, con más de 18 mil; y el avellano europeo, que supera las 24 mil”, sostuvo.
El director ejecutivo de Ciren, Félix Viveros, expresó que “producto del cambio climático, la barrera frutícola se ha desplazado hacia el sur. La zona centro sur del país, como Maule y Ñuble, tienen un potencial importante de crecimiento, pues aún son lugares con un estrés hídrico moderado, pero que de igual modo requieren planificar a mediano y largo plazo la reconversión y diversificación de cultivos”.
Añadió que “también es un factor el comercio internacional y las variaciones de precios. En ese sentido, hacia el sur se van generando expectativas. El arándano explosa en su crecimiento, el avellano europeo aumenta con fuerza, prácticamente todo con destino a exportación, lo mismo el cerezo, que en Maule desplazó al manzano como principal cultivo frutícola”.
Consultado por el avellano, la autoridad planteó que “todavía es posible aumentar la superficie en Ñuble”, y si bien reconoció que existe un solo poder comprador “privilegiado” (Agrichile, filial de la italiana Ferrero), “hay una enorme cantidad de compradores potenciales que están buscando llegar a Chile”.
En cuanto a la disminución de la superficie de kiwis, que en Ñuble pasó de 460 a 303 hectáreas, el director de Ciren explicó que el principal factor ha sido la bacteria PSA, que llevó a muchos productores de la zona centro sur a arrancar árboles, así como también los menores precios.
Por su parte, Juan Carlos Sepúlveda, gerente general de Fedefruta, destacó lo que está ocurriendo en Ñuble, haciendo hincapié en la expansión de especies como el avellano europeo y el arándano americano.
“Ñuble es la zona donde la fruticultura de la zona centro está proyectándose, es la zona donde parte la nueva fruticultura. Nosotros estimamos que con lo que se ha plantado este año, fácilmente llega a las 15 mil hectáreas”, estimó, y recordó que el anterior Catastro Frutícola de 2016 mostró un incremento de 30% en la superficie de frutales de Ñuble entre 2012 y 2016.
“Esto se debe a varios factores, por ejemplo, el valor de la tierra, que si bien ha subido, es más barata que en latitudes más al norte; hay agua; y la tecnología está para hacer las cosas bien; entonces, los agricultores se están reconvirtiendo. Incluso hay gente de La Araucanía que se están yendo a Ñuble y Biobío, buscando mayor seguridad”, precisó el directivo.
Sepúlveda enfatizó en las fuertes inversiones que se están concretando en la región. “Cada hectárea plantada significa entre 20 y 40 mil dólares, dependiendo de la especie, la variedad y si hay que poner cubierta”.
Asimismo, comentó que pese a los riesgos del mercado internacional, que por ejemplo, en el caso del cerezo se envía casi toda la fruta a China, existe confianza de parte de los inversionistas. “Hay un mejor desempeño de la fruticultura que de la economía en general, y eso se ve reflejado en los bancos también, que están mostrando un creciente interés por financiar este tipo de proyectos, se han creado instrumentos, hay créditos ad-hoc, hoy existen más incentivos para plantar”, concluyó.