Padres luchan por asegurar matrícula para sus hijos en liceo de San Ignacio
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Un grupo de apoderados de San Ignacio presentaron un reclamo en la Superintendencia de Educación tras manifestar que el establecimiento donde estudian sus hijos no les garantizara la matrícula para el próximo año por falta de infraestructura.
Se trata de seis alumnos de uno de los dos cursos de séptimo básico de Liceo Polivalente María Ward, quienes fueron notificados a mediados de junio, según indican los padres.
Los afectados cuestionan el proceso de selección y los criterios utilizados para definir a los alumnos que pasan al único octavo que existe en el recinto.
“Dijeron que solo debían permanecer los estudiantes de situación vulnerable, aquellos que tienen hijos de funcionarios y quienes mantienen hermanos en el colegio. Supuestamente no cumplíamos con esos requisitos, y eso se tendría que haber realizado por una tómbola, y no fue así, porque o sino hubiese estado claro de que tengo que sacar a mi hija, pero no fue así”, explicó Cristian Arellano, representante de los apoderados afectados.
En este caso el Liceo María Ward es considerado un “establecimiento embudo”, ya que posee dos séptimos y un sólo octavo, lo que implica, de acuerdo a la Ley de Inclusión, realizar un procedimiento aleatorio para definir cuáles alumnos tendrán continuidad y qué alumnos tendrán que postular a un nuevo establecimiento.
Así lo confirmó el Seremi de Educación, Felipe Rössler, quien dijo que “hemos recibido algunos reclamos de apoderados que indican que este procedimiento aleatorio no se hizo de forma correcta, sin embargo, es la Superintendencia de Educación quien debe fiscalizar esta materia, a quienes ya están en conocimiento de la situación”.
Desde la Superintendencia de Educación sostienen que acogieron el reclamo de los padres.
“Por lo que de inmediato solicitamos antecedentes al establecimiento educacional, actualmente nos encontramos evaluando los antecedentes, para ver si efectivamente se incumplió o no con la normativa educacional vigente”, dijo la directora regional, Geraldine Hyde.
Según lo establecido en el artículo 22 del Decreto N° 315, de 2010, del Ministerio de Educación, “los establecimientos que posean dos o más niveles educativos sucesivos reconocidos oficialmente con capacidad máxima de atención diferente en cada uno de ellos, no pudiendo garantizar la continuidad de estudios de sus alumnos en el nivel inmediatamente superior, deben ajustar su estructura de cursos, con el fin de lograr dicha garantía”.
Agrega que “excepcionalmente, en aquellos casos que, en razón de la infraestructura del local o locales que comprende el establecimiento, el sostenedor no pueda cumplir con esta obligación, deberá aplicar, entre los estudiantes de la promoción inferior, un procedimiento aleatorio para asignar las vacantes de que disponga”.
Este procedimiento se deberá informar a la comunidad educativa junto con sus resultados.
Cristian y el resto de los apoderados esperan que se pueda garantizar la continuidad de sus hijos en el recinto educativo y se busque un ajuste para poder disponer de dos octavos.
“Ellos tiene una dependencia para un multitaller, pero necesitan que los autoricen para ser dos octavos, esa es la solución que propone la sostenedora del liceo”, dijo.