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Una emotiva ceremonia de graduación se vivió en la Unidad de Neonatología del Hospital Clínico Herminda Martín de Chilllán, lugar donde tras 81 días de hospitalizada y con un peso de 2 kilos 680 gramos, Alondra Sáez Meza recibió el reconocimiento de todo el equipo el día en el que por fin pudo irse a su hogar en San Carlos.
Alondra se licenció con honores gracias a su valentía y fortaleza, pues ella nació el 15 mayo de este año, con 25 semanas de gestación, pesando 677 gramos y midiendo 29 centímetros.
“Esto sella un período intenso, del que estoy muy agradecida porque recibí toda la energía y fortaleza que necesitaba de parte de las enfermeras de Neonatología, quienes además de darle a mi hija todos los cuidados y amor, me apoyaron y contuvieron cuando lo necesité”, manifestó Elizabeth.
La enfermera supervisora (s) de la Unidad de Neonatología, Katherine Espinoza aseguró que la idea de esta celebración es “reconocer este importante hito, pues los prematuros son pacientes que requieren de muchos cuidados, más aun los que tienen condiciones extremas”.
Al respecto, el jefe de la Unidad de Neonatología, Dr. Julio Salas, destacó que “desde el día de su nacimiento son monitorizados permanentemente para lograr que sobrevivan, teniendo una buena calidad de vida y la menor cantidad de secuelas posibles”.
Pese a que ya no estará hospitalizada, esta pequeña acudirá periódicamente al recinto para continuar con sus controles clínicos dada su condición de prematura extrema.
Ésta fue la primera actividad de este tipo, la que se realizará cada vez que reciba el alta médica un prematuro extremo, es decir, que haya nacido a las 28 semanas de gestación o antes, o pesado menos de mil gramos al nacer, resaltando el logro que significa la sobrevivencia en estos casos.