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La justicia sueca anunció el lunes la reapertura del caso de 2010 por presunta violación contra el fundador de Wikileaks, Julian Assange, con la esperanza de que comparezca en un tribunal antes de la prescripción de los hechos en 2020, si no es extraditado a Estados Unidos.
Este anuncio de la fiscalía de Estocolmo vuelve a hacer emerger una novela judicial que dura desde hace casi una década, durante la cual Julian Assange y quienes lo apoyan no dejaron de denunciar una maniobra para hacer extraditar al australiano a Estados Unidos para responder por la publicación de Wikileaks de documentos secretos estadounidenses.
Según la versión oficial, fue para evitar esta extradición que Julian Assange, hoy de 47 años, se refugió en 2012 en la embajada de Ecuador en Londres.
Ante su ausencia, y la incapacidad de hacer avanzar la investigación, la justicia sueca había abandonado el caso en mayo de 2017.
Pero su espectacular detención el 11 de abril por la policía británica en la embajada de Ecuador avivó las esperanzas de la querellante y de su abogada de que Assange fuera entregado a Suecia, antes de que prescribieran los hechos en agosto de 2020.
“Hoy he decidido reabrir la investigación” anunció este lunes Eva-Marie Persson, fiscal adjunta.
“Como Assange ha salido de la embajada ecuatoriana, están reunidas las circunstancias para pedir su entrega (a Suecia) en virtud de una euroorden europea, lo cual no podía ser el caso antes del 11 de abril”, explicó.
La querellante, que tenía unos 30 años en el momento de los hechos, había conocido a Assange durante una conferencia de Wikileaks en Estocolmo.
Lo acusa de haberle impuesto una relación sexual la noche del 16 de agosto, mientras ella dormía y sin preservativo, pese a haber rechazado previamente cualquier relación no protegida.
Julian Assange siempre ha afirmado que la mujer consintió la relación y aceptó que en ella no se usara preservativo.