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Este año, al igual que el año anterior, once comunas de la región de Ñuble obtendrán recursos de la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere), gracias al Fondo de incentivo al mejoramiento de la gestión municipal (Figem) 2018, que desde 2012 mide la gestión de todos los municipios del país a través de siete indicadores: deuda previsional, reportabilidad a la Contraloría, eficacia en el cobro de las patentes, gestión de ingresos en torno a gastos de funcionamiento, responsabilidad en la presupuestación de ingresos, transparencia municipal y responsabilidad en la entrega de información.
En total, se distribuirán $1.110 millones entre Chillán, San Carlos, Yungay, Ránquil, San Nicolás, Coihueco, Pemuco, Pinto, Ninhue, San Fabián y Portezuelo, municipios que recibirán entre 83 y 133 millones de pesos por su buena gestión. El objetivo es estimular las mejoras en la administración de los municipios.
Según los datos aportados por el CER Regional, luego que hace escasos días fueran publicados los resultados del Figem 2018, la Municipalidad de San Nicolás destacó en el primer lugar nacional en su categoría, el Grupo 5, luego que en 2017 ocupara el puesto 13; mientras que San Carlos subió del 20 al 5 en el Grupo 3.
La evaluación del Figem establece cinco categorías o agrupaciones de comunas según criterios de homogeneidad territorial y de desarrollo. De esta forma, el Grupo 1 lo conforman comunas metropolitanas con alto y/o medio desarrollo; el Grupo 2, comunas mayores con desarrollo medio; el Grupo 3, comunas urbanas medianas con desarrollo medio; el Grupo 4, comunas semiurbanas y rurales con desarrollo medio; y el Grupo 5, comunas semiurbana y rurales con bajo desarrollo.
Por otro lado, no recibirán incentivo los municipios de Chillán Viejo, Quirihue, Bulnes, El Carmen, Coelemu, Trehuaco, Cobquecura, Ñiquén, Quillón y San Ignacio.
De dicho grupo, cinco comunas quedaron descalificadas por mantener deuda previsional. Se trata de Quirihue, Cobquecura, Ñiquén, Quillón y San Ignacio, que en el Figem 2017 también quedaron fuera por la misma razón, donde destacan los montos de Cobquecura ($197 millones) y San Ignacio ($176 millones).
“La deuda previsional afecta negativamente los ingresos futuros de los trabajadores. El Estado no puede dar una mala señal en este sentido, sobre todo, cuando su rol es fiscalizar que la ley se cumpla en esta materia. En muchos casos, la deuda previsional es heredada, pero no puede ser un argumento de los alcaldes para no hacerse cargo de regularizar dicha situación”, enfatizó Renato Segura, director del CER Regional.
En opinión del profesional, es buena señal que 11 de los 21 municipios reciban el incentivo, “sobre todo, porque se comparan con el resto de las comunas del país. Es una señal que indica que existe capacidad local para enfrentar los desafíos que se avecinan en materia de descentralización. Además, el excelente posicionamiento en sus respectivos grupos de las comunas de San Nicolás (primer lugar), San Carlos (quinto) y Chillán (décimo), contrastan con los resultados de las comunas de Concepción y Chiguayante, de la región del Biobío, que se quedaron sin premio”.
El director del CER Regional planteó que respecto de las demás comunas del país, “el indicador de Gestión de ingresos en relación a gastos de funcionamiento es el que muestra la mayor debilidad” entre los municipios de Ñuble. Este indicador se calcula como el cociente entre los ingresos propios permanentes de las municipalidades y los gastos de funcionamiento.
El profesional destacó que San Nicolás, San Carlos y San Fabián “mejoraron significativamente su gestión de ingresos en relación a los gastos de funcionamiento, destacando San Nicolás con el mayor avance, lo que finalmente lo dejo como líder en su grupo a nivel país”.
En el caso de San Fabián, que el año pasado no obtuvo el incentivo, subió del puesto 86 al 44. “Mostró un cambio notable en la eficacia en el cobro de patentes”, dijo.
Y añadió que “sin perjuicio de lo anterior, San Nicolás y San Carlos mostraron un retroceso en el indicador de Transparencia municipal”.
Por el contrario, El Carmen y Coelemu, que sí recibieron premio el año pasado, este año quedaron fuera.
“En el caso de El Carmen (bajó del 41 al 58), si bien se observa un esfuerzo por mejorar sus indicadores, su caída en el posicionamiento relativo se explica por los indicadores de municipios que mejoraron su posición relativa respecto del total (los resultados son interdependientes). En el caso de Coelemu (bajó del 50 al 78), lo perjudicaron las caídas en los indicadores de Responsabilidad en la entrega de información y Transparencia municipal”, detalló Segura.
Utilidad del indicador
El investigador relevó la importancia del indicador, afirmando que “de la buena gestión de los gobiernos locales depende en gran medida el tránsito de Chile hacia un sistema de gestión pública descentralizado.
Los municipios abordan temas que afectan en forma directa a las comunidades, por lo tanto, una mejor gestión de los recursos tendrá un efecto directo en mejores y más oportunos servicios a la comunidad”.
En ese sentido, valoró la utilidad del Figem como una herramienta para evaluar y para comparar la gestión de los distintos municipios, lo que tiene implicancias políticas, por ejemplo, a la hora de elegir autoridades.
“Aún cuando la principal función del Figem es apoyar la gestión municipal a través de incentivos concretos, sin duda que se constituye en una señal de la gestión comparada con los demás municipios del país”, dijo.
Agregó: “Por ello que es importante destacar las municipalidades que lo hacen bien, porque se transforman en referentes para sus pares y para la comunidad que busca elegir a quien mejor los represente”.
Segura explicó que además, “para los municipios más pequeños, son recursos adicionales relevantes que les permiten ejecutar proyectos que, por falta de recursos, no han podido concretar. Por último, es un argumento poderoso al momento de negociar con la Subdere o el GORE una priorización de los proyectos comunales”.