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Nuevos pasos dio el movimiento Ñuble Transversal para que el centro de Chillán, o una parte de este, sea declarado como Zona Típica, con el fin de proteger el patrimonio arquitectónico que distingue a la capital de Ñuble, valorar su historia, poner en valor edificaciones y regular la construcción de torres en altura.
La cara visible de esta agrupación es el arquitecto Claudio Martínez Cerda, quien presentó un estudio que tiende justamente a lograr que el perímetro comprendido por las cuatro plazas del centro, incluido el Paseo La Merced, tenga un tratamiento especial.
Ayer Martínez se reunió con el alcalde Sergio Zarzar y posteriormente presentó al Concejo el plan de conservación en detalle, con la finalidad de aclarar algunos puntos que a su juicio han derivado en que se entienda mal la propuesta ciudadana.
Martínez entiende que la declaratoria de Zona Típica no significa restricciones relativas al destino de los bienes involucrados en el polígono, ni a sus intervenciones, remodelaciones o incluso obras nuevas.
Para el profesional, la Zona Típica “significa además una marca de calidad para la ciudad, que bien gestionada puede significar oportunidades para los habitantes actuales, situación que no es posible si el casco histórico se ve expuesto a un desarrollo urbano descontrolado”.
Destaca además el valor de la trama urbana como contenedora de un conjunto de patrimonio tangible “como es la arquitectura moderna de gran calidad que emerge con la reconstrucción, a lo que suma la red de museos que se ubican en el casco histórico y los valores etnológicos, que se encuentran principalmente en el área de la plaza del mercado”.
El arquitecto agrega que “en algunos sectores de la ciudadanía, y por qué no decirlo, de la propia autoridad, no se tiene una adecuada comprensión y conocimiento de lo que ello significa según estimamos y concluimos, por declaraciones, afirmaciones y juicios que se han emitido ante una eventual degradación del zona en el casco histórico de Chillán”.
El arquitecto subraya que “se ha afirmado sin sustento alguno que la densificación de la ciudad traería una serie de supuestos beneficios para la comunidad. Al respecto quisiéramos señalar que los estudios que existen y la experiencia empírica demuestran que la densificación descontrolada e intensiva de los cascos históricos trae consigo mayor congestión, mayor contaminación en desmedro de la calidad de vida de la ciudad, por cuanto las áreas densificadas tienden a quedar desiertas en lo que concierne al uso del espacio público y al comercio”.
Asimismo, subraya: “se afirma que la eventual declaración de Zona Típica dificultaría la gestión de los permisos de edificación en dicha área. En ese sentido queremos declarar que la Ley General de Urbanismo y Construcción contiene instrumentos de planificación urbana que permitirían obtener los mismos beneficios que persigue la declaración de Zona Típica: es más, existen circulares del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo donde se faculta a que la Municipalidad, a través de modificaciones del Plan Regulador, pueda establecer normas similares a las de la Declaratoria de Zona Típica o eventualmente de Monumento Histórico”.