Las cifras son del Gobierno. La Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (Enusc) pone a la región de Ñuble entre las zonas con menos afectación por la delincuencia y las incivilidades, pero a la vez, la reconoce como una de las regiones en donde las personas se sienten más atemorizadas e intimidadas por la delincuencia y el vandalismo.
La encuesta aplicada en 2024 y con resultados publicados en agosto de este año, demuestran que en el contexto de victimización individual, Ñuble fue la segunda más baja (2,9%) y la quinta, en victimización de hogares (5,2%).
Y el contraste se plasma en que un 79,6% respondió que a su parecer, en su región los delitos subieron, significando el quinto indicador más alto de la categoría, quedando por bajo solo de las primeras regiones del país.
Y aunque en este punto, el resultado es mejor que en 2023 (84,7%), donde sí hubo alza es la sensación de inseguridad en el país, con un 92,8%, es el indicador más alto de Chile.
Para entender esto se debe revisar los efectos en los ciudadanos de la prensa y, sobre todos, de las redes sociales, que es el canal más apuntado como fuente informativa entre los locales.
La Enusc, arroja que el 42,9% de los encuestados se informa por redes sociales, un 22,8% por otras personas, mientras que apenas un 6,4% lo hace por radio y otro 3,2% por periódicos.
Otro factor de inseguridad en Ñuble, es la circulación ya ni siquiera disimulada de drogas en los espacios públicos. Como nunca antes, hasta la Plaza de Armas se transformó en un espacio de transacción, arrojando detenidos, incautación de armas de fuego, riñas e interminables denuncias por presencia de consumidores.
Añadir a lo anterior, otro factor muy de Ñuble: la alta presencia de adultos mayores en nuestra región, gente que no está acostumbrada a esa incivilidad. A ellos, más que a nadie, les aterra ver gente consumiendo alcohol y drogas en sus plazas, pasajes y esquinas.
Finalmente, abogados y sociólogos locales aseguran que para las personas ver a alcaldes y otras autoridades formalizadas o investigadas por delitos les genera una sensación de indefensión y desconfianza en el Estado como garante.



