Una de las jornadas más extremas del invierno se vivió el pasado 30 de junio, cuando los termómetros en Chillán marcaron -9,3 grados Celsius a las 7.59 horas, configurando la temperatura más baja registrada en la ciudad desde que existen mediciones oficiales, iniciadas en 1947. El frío se hizo sentir con fuerza tanto en sectores urbanos como rurales, dejando prados, caminos y vehículos cubiertos por un manto blanco producto de las heladas.
El registro fue confirmado por la Dirección Meteorológica de Chile, a partir de los datos de la estación Bernardo O’Higgins, cuyos registros se mantienen de forma ininterrumpida desde hace casi ocho décadas.
Con esta marca, Chillán superó el récord previo de -6,3 grados registrado en 2022, además de dejar atrás otros mínimos históricos como los de 1967 (-6,0), 1988 (-5,6) y 1961 (-5,3), posicionándose en el primer lugar del ranking histórico de temperaturas mínimas locales
Desde la DMC explicaron que el fenómeno respondió al ingreso de una masa de aire de origen polar que se posicionó sobre la zona centro sur del país, provocando un descenso generalizado de las temperaturas mínimas.
En la Región de Ñuble, la mayoría de las estaciones registraron valores entre los -4 y -2 grados, aunque algunas, como la del aeródromo de Chillán, destacaron por sus cifras extremas. Este escenario también se replicó en otras zonas del país, especialmente en la zona central, donde ciudades como Parral y Longaví anotaron temperaturas cercanas a los -8 y -9 grados.
Las bajas temperaturas también tuvieron un impacto social significativo. Durante ese periodo se confirmó el fallecimiento por hipotermia de un hombre de 68 años en situación de calle en la comuna de Coihueco, hecho que encendió las alertas en toda la región.
Frente a este escenario, la Seremi de Desarrollo Social y los municipios reforzaron la aplicación del Código Azul, estrategia de emergencia activada ante condiciones climáticas extremas para proteger a personas sin techo mediante la entrega de alimentación, abrigo, kits de higiene y orientación social.
Desde el Ministerio de Desarrollo Social se informó que, hasta esa fecha, el Código Azul había sido activado en 15 oportunidades en la región, permitiendo atender a más de 500 personas en situación de calle, mayoritariamente hombres, aunque con un aumento sostenido de mujeres.
Paralelamente, municipios como Bulnes desplegaron patrullajes preventivos durante la madrugada, mientras se coordinaban apoyos con Carabineros y la red asistencial, en un esfuerzo por evitar nuevas tragedias durante uno de los episodios de frío más intensos registrados en Ñuble.



