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Incendios forestales en Ñuble aumentan 28%, pero superficie afectada cae 62%

Diego Chacana

Desde que partió la temporada de incendios forestales, en julio, en Ñuble se han registrado 166 incendios, es un aumento de 28% comparado con el periodo anterior. La superficie afectada hasta ahora es de 454 hectáreas, lo que representa una disminución de 62% respecto a la temporada pasada. El área consumida por el fuego corresponde en su mayoría a pastizales y matorrales, especialmente en zonas de interfaz cerca de viviendas, mientras que solo un 10% es bosque.

Precisamente, este sábado, la dirección regional de Senapred declaró Alerta Roja Regional por calor extremo en consideración al pronóstico emitido por la Dirección Meteorológica de Chile. Según la DMC, las temperaturas máximas podrían llegar o superar los 34°C por al menos 3 días seguidos, principalmente en cordillera costa, valle y precordillera de la Región de Ñuble, a contar del lunes 29 de diciembre.

En las 21 comunas de la región han ocurrido incendios forestales durante esta temporada, y de acuerdo a las estadísticas de la Dirección Regional de la Conaf, Chillán concentra la mayor ocurrencia de siniestros hasta ahora, con 22; seguida de San Carlos, con 19 y Coihueco, con 13.

Algunos de estos incendios representaron una amenaza para sectores poblados y propiedades, llegando a condiciones que ameritaron activar la Alerta Roja por parte del Senapred. Hasta la fecha, en Ñuble se han declarado cinco Alertas Roja: en Ránquil el 16 de diciembre debido a dos incendios simultáneos en los sectores Uvas Blancas y Rahuil; en Chillán y Chillán Viejo el 17 de diciembre por incendios en San Bernardo y El Quillay; en San Nicolás el 24 de diciembre; y en Bulnes el 25 diciembre.

El incendio que afectó la semana pasada al sector El Quillay fue una emergencia de gran magnitud que puso en peligro a viviendas y al sector industrial de Chillán Viejo, sin embargo, el despliegue oportuno de los equipos de respuesta permitió controlar la propagación de las llamas y evitar víctimas y daños que lamentar.

“Hasta ahora no hemos tenido ni una vivienda afectada, quiero resaltar el trabajo que hicimos en el incendio de El Quillay, ahí el sistema funcionó a la perfección. Si bien el incendio avanzó, fueron poco más de 200 hectáreas consumidas, pero no hubo ninguna vivienda ni bodega afectada, salvamos entre 8 o 9 empresas de un cordón industrial relevante para la región, había plantas de combustible que abastecen a la zona sur de nuestro país, estaba la empresa ligada a la madera, empresa del rubro automotriz. Proteger todo eso con Bomberos, Carabineros, el municipio, con empresas privadas y, por supuesto, los brigadistas terrestres y los recursos aéreos de Conaf fue una pega que se hizo en forma espectacular, que yo la quiero resaltar y agradecer, y esperemos que no vuelva a ocurrir porque ese incendio, que fue un acto negligente de una persona, pudo haber quedado un mayor desastre en la región”, explicó el director regional de Conaf, Juan Salvador Ramírez.

El director reiteró que el 99% de los incendios forestales que se producen en Ñuble son por causa humana, y este año sigue siendo la misma tónica. Además, manifestó preocupación porque el 82% de los siniestros de este periodo han sido por actos negligentes.

“Hemos tenido un solo incendio de carácter natural, que fue la cordillera, por un rayo. El resto, todos por causa humana, y de esa causa humana el 86% al día de hoy son negligentes y el 10% son intencionales. Es preocupante que el 86% de los incendios sean un acto negligente, como el que ocurrió en El Quillay, donde tres personas estaban galleteando con 32°C de temperatura, con 30 kilómetros de velocidad del viento y con baja humedad, había una zona matorral y pastizal al lado, ni siquiera hay que ser experto en la materia para saber que eso es un foco de riesgo”, precisó.

“Si bien tenemos más incendios y menos afectación, hay una pata de esta mesa que no está trabajando, que es la comunidad, que es lamentablemente la que está generando el incendio”, agregó.

Más recursos

Este año la Conaf en Ñuble tiene 20 brigadas terrestres (19 diurnas y 1 vespertina), por primera vez cuentan con una brigada mixta y se trata de un vehículo que moviliza un estanque de agua y a su vez lleva a brigadistas para hacer cortafuegos. “Eso es relevante porque hoy día cuando llega un recurso por tierra, llegan dos recursos: el estanque de agua que lleva al vehículo y los brigadistas”, dijo Ramírez.

En cuanto a recursos aéreos, hoy día se tiene en total seis aeronaves de emergencia para el combate de incendios forestales: Dos aviones AT, un helicóptero semipesado, un helicóptero pesado y dos helicópteros livianos. A esto se suma un avión de coordinación, y su función es, cuando hay siniestros de gran magnitud o simultáneos, evaluar desde el aire qué tipo de combate se requiere hacer según el tipo de incendio.

El director de Conaf Ñuble destacó que los recursos para la prevención, mitigación y control de incendios han aumentado en los últimos cuatro años.

“Hay que señalar que este gobierno asumió con $50 mil millones para prevención y control de incendios, hoy día van a ser $160 mil millones, o sea, es un crecimiento exponencial importante y se ha visto reflejado en aumento de brigadas de la región, donde hoy día tenemos brigadas en las comunas de Pemuco, Bulnes, Quillón, Quirihue, y en Chillán, que es nuestra base central, que además de esta fuerza de tarea, está la Central de Coordinación Regional (Cencor), que es poco conocida, poco vista por los vecinos, no obstante, hace un trabajo fundamental y la tenemos apostada en nuestra base de Vivero de Álamos en Chillán, y es una oficina donde tenemos pantallas para ver en tiempo real el pronóstico del tiempo, la velocidad del viento, el tipo de vegetal combustible, el nivel de humedad”, precisó.

A este equipamiento de Conaf se suman los brigadistas forestales y equipos aéreos del sector privado, el trabajo que hacen los municipios y las policías. Esta articulación ha sido clave para contener y controlar a tiempo los incendios, evitando afectaciones mayores.

“Nosotros tenemos hoy día también un acuerdo importante con la Corma, y es relevante igual relevar esta coordinación público-privada. Tenemos más de 40 cámaras de vigilancia en Ñuble, que son de las empresas privadas, que tienen sus brigadas terrestres y aéreas, que son al final del día necesarias para poder combatir los incendios cuando son simultáneos”, añadió Ramírez.

Gestión de riesgo de desastres

El director regional de Conaf aseguró que en general las personas no tienen una cultura de prevención ni de gestión de riesgos de desastres, al contrario, estamos acostumbrados a reaccionar tras las emergencias. No medimos los riesgos que implican acciones como quemar basura o efectuar faenas agrícolas cuando están las condiciones idóneas que favorecen la generación de incendios y su propagación.

“Tenemos poca cultura de la gestión del riesgo de desastre, estamos acostumbrados como sociedad a la emergencia, a ser reactivo y ahí tenemos una dificultad. Chile, efectivamente, es un país que está afecto a los desastres, todos sabemos que no tenemos que construir a orilla del mar, del río, o abajo de los pies de un volcán, pero ahí estamos construyendo. En el campo es lo mismo, cuando uno se va a vivir al campo, en las parcelaciones, tengo otro tipo de riesgos y vulnerabilidades, por lo que hay que hacer un cortafuegos previamente, la leñera que tenía pegada a la casa correrla 20 metros, correr los matorrales, árboles que tenía pegados a la casa plantarlos un poco más lejos, son actos y acciones de prevención para primero que todo, ojalá que no ocurra un incendio, y si ocurre, mitigar el impacto”, explicó.

Otros problemas que se pueden presentar en las parcelaciones es que haya caminos estrechos que dificulten el acceso a los vehículos de respuesta, que no cuenten con acceso a agua, o problemas para la recolección de basura. “Son cosas en las que efectivamente tenemos que trabajar”.

“Yo quiero hacer mi llamado a que tomen conciencia de que en un incendio todos perdemos, y el cambio climático llegó para quedarse. En pleno verano van a haber temperaturas sobre los 40°C grados, baja humedad relativa y vientos de 30 a 40 kilómetros, van a ser condiciones favorables para la creación de un tremendo incendio si el ser humano hace acciones irresponsables”, advirtió.

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