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Concejales anticipan un año de austeridad y alerta por bajo presupuesto 2026

Un total de 14 reuniones fueron necesarias antes de llegar a la sesión del Concejo Municipal en que finalmente se aprobó el Presupuesto 2026 de la  Municipalidad de Chillán, la que contará con $66.886.955.000, lo que representa un incremento aproximado al 2% respecto al presupuesto del año anterior ($63.027.261.000).

Pese a que tras cartón, el alcalde, Camilo Benavente, declarara estar “muy contento” y anticipara para el próximo año “mucha iniciativa fundamentalmente en el ámbito social y con proyectos de infraestructura que es nuestro norte siempre”, ya algunos concejales que aprobaron el plan financiero, como Cristian Jara, advierten que se viene un periodo de mucha austeridad y un deber que raya en lo ético para priorizar necesidades urgentes sobre, por ejemplo, recreación.

Bajo esta premisa, se aprobaron los presupuestos de áreas como Salud Municipal, Cementerios, la política de Recursos Humanos y el plan anual de capacitación. También se ratificó el Programa de Mejoramiento de la Gestión (PMG), con metas institucionales y colectivas.

El concejal Jara, quien junto a Rodrigo Ramírez, Brígida Hormazábal, Débora Fernández y Yerson Soto le dieron el visto bueno al plan, aclara que “siempre los recursos se hacen escasos en relación a las demandas de la gente, que siempre pide arreglos en sus calles o en sus barrios, por eso hay acuerdo en que si es necesario ver algunas modificaciones, rebajar algunos montos para solucionar temas complejos, lo tendremos que hacer”.

En ese escenario estima que actividades recreativas, como la Fiesta de la Longaniza, podrían contar con menos recursos en 2026, ya que “tendremos un año de mucha austeridad. Por lo demás, estamos ante la incertidumbre de lo que serán las prioridades de este nuevo Gobierno. Yo espero que no nos falte para asuntos como los medicamentos o la adquisición de horas profesionales”.

Pese a esto, otros ediles como Débora Fernández manifestaron haber quedado “conforme con la propuesta. Durante su análisis, se consultó a cada uno de los directores municipales si el presupuesto había sido debidamente estudiado y solicitado por sus respectivas áreas, recibiendo de manera unánime su conformidad”.

De todas formas, asegura que será “fundamental mantener una vigilancia permanente sobre aspectos estratégicos para el desarrollo de nuestra comuna, especialmente en la adquisición de terrenos y el aseguramiento del financiamiento necesario para proyectos prioritarios, como el futuro Cesfam del sector Las Mariposas”.

La concejal pide, asimismo, “avanzar en el mejoramiento de veredas y en obras de alto impacto social, como la adquisición de un terreno para la ampliación del Cementerio Municipal de Chillán y de Quinchamalí, iniciativas que responden a necesidades reales y sentidas por la comunidad”.

Un mes de enero clave

En cuanto a la elasticidad que ofrece el presupuesto, el concejal Rodrigo Ramírez aclara que “no es llegar y quitarle a uno para darlo a otro, ya que hay ciertos parámetros que se deben ir cumpliendo, aunque sí se acordó que habría cierta flexibilidad de cajas con el saldo inicial del próximo año, en especial para cubrir necesidades que los concejales vayamos encontrando en el territorio”.

Iván Badilla, presidente de la Comisión de Hacienda, en este punto anticipa que “enero será clave porque es ahí cuando sabremos de los recursos adicionales que pueden llegar por saldo u otros programas de Gobierno. Confío en que saldrá bien, porque fui testigo del trabajo de Susana Baeza y otros directores, quienes lograron afianzar algunos temas de necesidades básicas con otros de interés, ya más políticos municipales”.

Lo que no está en juego, como lo establece Yanina Contreras “son temas como Salud, Dideco o Tránsito que es lo que más nos pide la gente, el arreglo de sus calles, las ayudas sociales de ninguna manera pueden ser objeto de modificaciones ni menos rebajas”.

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