Una serie de cambios en la normativa legal que regula los llamados a licitaciones públicas, más una requerimiento por parte del Tribunal de Compras Públicas que cambia las ponderaciones en sus evaluaciones, motivaron la caída -y sin resultados- del primer llamado a concurso para la mejora de las veredas en la villa Kennedy, en Chillán.
“No es que no haya habido oferentes, sino que estos cambios modificaron el escenario para todas las municipalidades del país”, dice el jefe de la Secretaría de Planificación (Secpla) de la Municipalidad de Chillán, entidad que volvió a la carga con un nuevo llamado.
“Uno de los puntos más importantes fue el requerimiento del tribunal, que pide que se el 80% de la evaluación de una oferta dependa del precio que pida la empresa. Antes, eso tenía una ponderación no superior al 50% y el resto, consideraba aspectos como experiencia o solvencia de las empresas. Ahora eso no pesará tanto”, aclara.
Con esta modificación se busca un mayor control de los gastos que realice cada municipalidad y evitar que las licitaciones siempre se las terminen por adjudicar las mismas firmas, en desmedro de otras que buscan abrirse camino.
“Como ya hubo ofertas en el llamado anterior, creemos que ahora no debería ser distinto e incluso ahora deberían ser hasta más bajas. El plazo de cierre será este 18 de diciembre, por lo que de no haber problemas, ya para la segunda quincena de enero, podríamos estar en condiciones de conocer a la empresa que se adjudique el proyecto”, añadió.
El proceso regular dice que luego se debe pasar por la discusión y la aprobación del Concejo Municipal, de la comisión técnica y los protocolos de firma y toma de terreno. Esto suele demorarse entre un mes y 90 días, lo que permite proyectar un arranque de obras para el próximo mes de marzo.
“Independiente que ese mes, que es cuando comienza el año lectivo, se suele asociar a congestión vehicular, acá no debería haber problemas, porque se va a trabajar en las veredas y eso no contempla cortes de calle”, aseguró Araya.
El proyecto fue diseñado por el municipio y financiado por el Gobierno Regional con un presupuesto inicial de $778.745.00 para construir 9.711 metros cuadrados de veredas, las que contarán con una amplitud de 1.20 metros según los estándares actuales de la Ley de Urbanismo.
Las calles a intervenir
El diseño original se mantendrá en el siguiente proceso.
Según este trazado, se intervendrán los tramos de las calles Chacabuco, Yungay, General Cruz, Punta Gruesa, Juan de Dios Olivares, Chorrillos, Iquique, Miraflores, Angamos, La Concepción, Aníbal Pinto y Gerónimo Michael, las que suman en total cerca de 80 cuadras.
Las obras civiles proyectadas consisten en veredas peatonales con materialidad de hormigón; veredas reforzadas para accesos vehiculares de vivienda y veredas para entradas comerciales.
El proyecto tiene un plazo de ejecución de 120 días corridos, ancho de tiempo que sigue siendo el mismo contemplado en las bases originales de la iniciativa municipal.
Para los vecinos, quienes llevan más de 10 años esperando por cambios que se han solicitado al municipio, este anuncio podría poner fin a una serie de accidentes (especialmente de adultos mayores) y al mal aspecto que generan las veredas rotas, con desniveles o con raíces de árboles asomándose a la superficie.
Representantes de las juntas de vecinos del sector, durante las reuniones de participación ciudadana a las que fueron invitados, destacaron aspectos que apuntaban a que casi un 90% de quienes viven en esas calles son personas que o están cerca o ya superaron los 60 años, de ellos, muchos son de la “cuarta edad” y por vivir solos no tienen a quién acudir en caso de caídas.
