El resultado obtenido por Franco Parisi en la primera vuelta presidencial del pasado domingo, volvió a reconfigurar el tablero político.
Con un 19,7% de los votos, el líder del Partido de la Gente (PDG) se consolidó por tercera elección consecutiva como un actor decisivo, nuevamente sin avanzar al balotaje, pero con un caudal que podría definir quién llegará a La Moneda en marzo próximo.
La pregunta ahora es simple y compleja a la vez: ¿Respaldará el PDG a Jeannette Jara, a José Antonio Kast o dejará en libertad de acción a sus adherentes?
En Ñuble, donde Parisi obtuvo la segunda mayoría regional (22,1%), el referente local Jorge Arriagada sostiene que la decisión no será antojadiza ni respondida entre cuatro paredes.
“Invitaremos a los candidatos que pasaron a segunda vuelta para que expongan sus programas a través de BadBoys (programa de streaming que lidera Franco Parisi). Después de eso, la militancia decidirá en una consulta digital a quién apoyar, o si damos libertad de acción”, explicó.
Según detalla, el proceso debería resolverse dentro de los próximos 10 días.
El escenario, sin embargo, está lejos de ser lineal. En el PDG conviven posturas diversas y un fuerte discurso antipolítico que Parisi ha impulsado desde sus inicios.
Su electorado -marcado por el voto obligatorio, el desencanto con los partidos tradicionales y una mirada fuertemente pragmática- no siempre se mueve de forma mecánica hacia las preferencias de la dirigencia.
Los analistas coinciden en que captar al votante de Parisi exigirá precisión quirúrgica. Por una parte, la candidatura de Jara enfrenta el desafío de representar continuidad en un contexto donde buena parte de ese electorado rechaza al gobierno. Por otra, Kast requiere tender puentes hacia un mundo heterogéneo que no necesariamente comparte su agenda valórica, aunque algunos de sus énfasis -seguridad, orden, impuestos- podrían sintonizar mejor.
“Nos invisibilizaron”
En Ñuble, el PDG se declara satisfecho con su consolidación territorial (obtuvieron más de 26 mil votos en la elección de diputados, equivalentes al 8% de los electores) , pese a no haber conseguido escaños.
“Competimos en una contienda muy ruda en términos de gasto, pero aportamos con fuerza a nuestro candidato”, expresó Arriagada, quien también recalcó el malestar de la militancia con el trato recibido durante la campaña.
“Las encuestas nos invisibilizaron, ningunearon a nuestro candidato. Eso tiene que cambiar”, advirtió.
Mientras los comandos de Jara y Kast afinan sus estrategias para conquistar este ‘voto bisagra’, el PDG se prepara para la decisión que podría inclinar la balanza.
Una vez más, el partido de Parisi llega a la segunda vuelta con un peso específico que nadie en el sistema político puede ignorar.
