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Bancarización al debe

Uno de los indicadores que describe el nivel de desarrollo es la tasa de bancarización, por lo que no sorprende que Ñuble exhiba los niveles más bajos del país.

La bancarización de la población es el proceso de inclusión financiera por el cual las personas y empresas utilizan servicios bancarios formales, como cuentas de ahorro, cuentas corrientes, cuentas vistas, créditos, pagos digitales y seguros, en lugar de depender únicamente del efectivo o de métodos informales. Así, un alto nivel de bancarización es indicador de un sistema financiero más desarrollado y puede mejorar la calidad de vida al facilitar el ahorro, la inversión, el acceso a préstamos y pagos más seguros y eficientes.

A nivel nacional, la tasa de cuentas corrientes para personas naturales es de 42.070 por cada 100 mil adultos, según estadísticas de la Comisión para el Mercado Financiero al cierre de 2024. Esta cifra contrasta con la tasa de Ñuble, la más baja del país, con 13.480 cuentas corrientes por cada 100 mil adultos.

En tanto, se si combinan las cuentas corrientes y las cuentas vistas, la tasa nacional se eleva a 385 mil/100 mil adultos. Este número tan elevado se debe a que muchos chilenos tienen múltiples cuentas, por ejemplo, una cuenta corriente y una Cuenta RUT.

En Ñuble, la tasa combinada alcanza a 302 mil/100 mil adultos. Si bien sigue siendo la región con la tasa más baja, la diferencia con el promedio nacional se reduce considerablemente.

La baja tasa de bancarización en Ñuble obedece a variados factores, según actores locales, quienes destacan los altos niveles de ruralidad y la gran dispersión geográfica de la población, así como la elevada proporción de adultos mayores, el rezago de infraestructura de servicios bancarios -oficinas y cajeros automáticos-, los bajos ingresos y la reducida cobertura de telecomunicaciones en la región.

Con la alta dispersión geográfica de la población rural en Ñuble, resulta inviable económica y técnicamente llegar con infraestructura de servicios bancarios a todos los rincones de la región, sin embargo, un mínimo es contar con una sucursal bancaria en cada comuna, lo que hoy no ocurre en cuatro de ellas. Y si bien entre 2021 y 2025 la región pasó de tener 26 a 27 sucursales, vale destacar el esfuerzo de BancoEstado por seguir extendiendo su red, lo que llevó a la estatal a sumar siete comunas de Ñuble que no contaban con oficinas bancarias entre 2021 y 2025.

Por ello es fundamental el rol que pueden cumplir las telecomunicaciones para acercar la banca a las personas en la medida que continúen los esfuerzos por reducir la amplia brecha de conectividad digital de Ñuble respecto del resto del país, así como entre sus comunas.

Avanzar en la bancarización y en la inclusión financiera debe ser entendido como un desafío para la región, ya que, además de reducir el riesgo de robos y estafas por el uso de efectivo, también abre oportunidades de acceso a créditos y otros instrumentos financieros, lo que es clave para los emprendedores que desean hacer crecer sus negocios. De igual manera, la bancarización contribuye a la trazabilidad del dinero, una herramienta muy útil para combatir el lavado de dinero y limitar la informalidad, que es precisamente otro importante factor de subdesarrollo de Ñuble.

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