El joven emprendedor quirihuano, Gerardo Cisternas Arriagada (31), fundador de Di Matteos Pizzas, obtuvo el segundo lugar en la quinta edición del Campionato Scuola Pizzaioli, realizado recientemente en Buenos Aires, el principal torneo de pizzeros de Sudamérica, en la que 120 compitieron en 11 categorías.
Cisternas es cultor del estilo napolitano, que se caracteriza por una masa fina y blanda en el centro, con bordes altos e inflados y una cocción rápida en horno de leña a altas temperaturas.
Se trató de su primera participación en esta competencia y reveló que después del premio subieron las ventas en su local. “Es muy importante, me siento orgulloso de lo que estamos haciendo, de cómo empecé y del empeño que he puesto en esto, del aporte que hemos hecho a nuestra comuna”.
Cisternas logró el segundo puesto en la categoría Pizza Social, “que exige una presentación muy atractiva, porque es una categoría viral, donde además de la votación del jurado, también se ponderan con un 30% los likes de la pizza en las redes sociales”.
Reveló que “llevé mis harinas desde Ñuble, que son las que uso habitualmente, de una molinera de Bulnes, con la que hago un prefermento de 24 horas. Entonces, allá elaboré una pizza que bauticé ‘Sol del Pacífico’, con una base de zapallo con pistacho y cuatro quesos: provoleta, un queso azul, mozzarella y cheddar; tomates cherry deshidratados de tres colores y brotes de rábanos”.
Di Matteos
Ingeniero en administración e hijo de panadero, recordó que entró al mundo de la cocina en 2020, tras quedar sin empleo, durante la pandemia. “Encontraba que ese nicho en la cocina todavía no estaba bien pulido en Quirihue y, sobre todo, que aquí nada se cocina en horno a leña, así es que me dediqué a hacer pizzas en mi casa, construí un horno a leña en el estacionamiento, hice varios cursos e incursioné en el mundo de las masas”, comentó.
“Me comenzó a ir bien -agregó-, hasta que después de seis meses mi mamá se preocupó porque el flujo de personas seguía creciendo y me pidió que buscara un local”. Así fue como se instaló en 2020 en Ortiz de Rosas esquina Blanco Encalada, en Quirihue, donde construyó un nuevo horno napolitano y durante un año estuvo operando en formato “black kitchen”, es decir, solo con reparto a domicilio, porque no tenía la patente respectiva.
Explicó que un horno napolitano funciona a altas temperaturas, con un centro circular y el fuego envolvente.
Actualmente Di Matteos, además del reparto a domicilio, cuenta con atención de público en el mesón con cocina a la vista, donde las personas pueden comer o retirar sus pedidos. Además, está explorando otras áreas, como la comida oriental (sushi, bowls), panadería, sandwichería y empanadas.
“Tratamos de cocinar aprovechando los productos de la estación, varios productores de la zona nos proveen hortalizas”, enfatizó el emprendedor, quien acotó que, si bien en Quirihue hay cerca de 10 locales que ofrecen pizza, Di Matteos es el único que las prepara en horno napolitano.
Cisternas destacó el fuerte vínculo con la comunidad, pues según reveló, además de la elaboración y venta de pizzas, también realiza talleres de pizza napolitana en colegios, cenas clandestinas itinerantes en colaboración viñas del Valle del Itata, así como actividades culturales y deportivas. Adelantó que este verano pretende habilitar una terraza.
