Productores de Ñuble anticipan precios históricos para la avellana europea esta temporada

Con optimismo, los productores chilenos de avellana europea anticipan una temporada 2026 con precios históricos, debido a la contracción de la oferta mundial de esta fruta, incidida por la fuerte caída de la producción en Turquía, el principal exportador mundial.
Turquía, el mayor productor mundial de avellanas, se enfrenta esta temporada a importantes pérdidas de cosecha después de que una ola de frío y fuertes lluvias dañaran las plantaciones de las principales regiones productoras. Los expertos estiman que el rendimiento total podría disminuir en torno a un 40%, lo que podría hacer subir los precios mundiales de la avellana hasta un 30%.
Los productores también se enfrentan a otros problemas derivados de las plagas y los bajos precios regulados por el Estado, que han hecho que la producción sea menos viable para muchos pequeños agricultores.
En ese contexto, compañía italiana Ferrero -fabricante de famosos productos como la Nutella, los bombones Ferrero Rocher y marcas como Kinder-, que se abastece principalmente de Turquía, llegó a suspender la compra de avellanas en dicho país debido a la fuerte alza de precios.
Así, a inicios de noviembre, la italiana informó que había asegurado el suministro de sus productos a nivel global pese a la escasez de avellanas turcas, gracias a las de otros países como Chile o Estados Unidos, explicando que su modelo de abastecimiento multiorigen, que recolecta estos frutos en Turquía, Italia, Chile, Estados Unidos y otros países, “permite un suministro constante durante todo el año”.
Crecimiento en Ñuble
En Ñuble y en Chile, la superficie de avellanos europeos ha ido creciendo rápidamente en los últimos años, gracias a las ventajas de este cultivo, como su menor requerimiento de mano de obra y su buena adaptación al territorio, entre las regiones del Maule y Los Lagos.
Regiones como Maule, La Araucanía y Ñuble han sido testigos del rápido avance de esta especie en el país, de la mano de la multinacional Ferrero, a través de su filial Agrichile, que el año pasado inauguró, en Ñiquén, su segunda planta procesadora en el país (existe otra en la Región del Maule).
De hecho, en julio pasado Chile desplazó a Italia como segundo productor mundial de avellanas, luego de sobrepasar las 100 mil toneladas en la cosecha 2025, en virtud de las condiciones climáticas favorables y el aumento sostenido de la superficie, donde cada año entran nuevos huertos en producción.
Según el Catastro Frutícola de Odepa, actualizado a diciembre de 2024, en Ñuble la superficie de avellano europeo alcanzó las 8.850 hectáreas, anotando un aumento de 34,9% respecto a 2022. De esta forma, se consolidó como el principal cultivo frutícola de la región, superando ampliamente a los arándanos (3.225 ha) y a los cerezos (3.062 ha). La estadística posiciona a Ñuble como la tercera región con mayor superficie de avellano europeo del país, después de Maule (21.857 ha) y La Araucanía (9.768 ha), con una participación del 18% de las 49.263 hectáreas estimadas a nivel nacional. Aunque entre los actores del rubro existe coincidencia en que esas cifras ya habrían sido superadas ampliamente durante el presente año.
Precios al alza
En el Comité del Avellano, gremio que agrupa a la mitad de la superficie del país, siguen con atención la evolución del precio de exportación de la avellana en Turquía, dado que el valor promedio durante septiembre-febrero es el precio de referencia en los contratos de compraventa de Agrichile con los productores chilenos, que inician la cosecha en febrero.
Enzo Pandolfi, productor de Chillán Viejo y vicepresidente del Comité del Avellano, se mostró cauto en sus expectativas, aunque reconoció sentirse optimista. “Hay que ver cómo fluctúan los precios todavía, todo indica que los precios deberían seguir al alza”.
Explicó que “los precios de la avellana están indexados a los precios de exportación de avellana en Turquía, en particular, entre septiembre y febrero. Ya se tienen los valores de septiembre, que para la variedad Tonda di Giffoni -la mejor pagada- fue US$5,39 por kilo, y para la Barcelona -la de menor valor- fue US$4,52”.
En la temporada 2025, en Chile, la Tonda di Giffoni se pagó a US$4,25; en tanto, la Barcelona llegó a US$3,26.
“Es una diferencia considerable, estamos hablando de más del 20%”, comentó Pandolfi, quien recordó que estos valores no se veían hace diez años. “La única vez que la Tonda di Giffoni superó los 5 dólares fue en 2015, cuando se pagaron US$ 6,65, que justamente fue un año con heladas duras que afectaron la producción en Turquía”, agregó.
Indicó que “los precios de octubre se han atrasado y hay alta incertidumbre en la industria a nivel mundial, porque no se sabe todavía cuánto será la disminución de la producción en Turquía. Entonces, los precios han estado muy volátiles”.
Aunque subrayó que “antes de septiembre también se veían precios bien interesantes para nosotros, es decir, sobre 5 dólares. Entonces, viene, por lo menos, un aumento de un 20%, considerando una estimación conservadora, quizás más. Esperemos que se mantenga. Todavía falta paño por cortar. Todo indica que los precios van a seguir al alza y que van a ser más altos que la temporada anterior. La pregunta es cuánto”.
En términos productivos, Enzo Pandolfi sostuvo que la temporada hasta ahora va bastante bien, llevamos una primavera buena, no ha habido grandes heladas hasta ahora, entonces, hay que ver cómo se portan los árboles, que usualmente, cuando son temporadas muy productivas -como la de 2025-, luego, el rendimiento tiende a disminuir un poco; pero, como a nivel país van entrando tantas hectáreas al año en producción, porque se está plantando muchísimo, lo más probable es que la producción de Chile suba igual”.
Valores récord
Más optimista se mostró Carlos González, productor de avellanas de Chillán y presidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, quien hizo hincapié en que “los stocks mundiales de avellanas están bajísimos”.
El dirigente gremial afirmó que, “por lo que estoy viendo, no creo que vaya a valer menos de 7 dólares. La baja productiva de Turquía es enorme, hay zonas con más del 50% de pérdidas. También hay pérdidas en Italia y en España”.
Capacidad de proceso
La reciente temporada de cosecha de avellano europeo en Chile alcanzó un récord histórico este año, con un aumento del 30% en comparación con el año anterior, alcanzando las 105 mil toneladas, y superando a Italia como segundo productor mundial. Este logro se atribuye a condiciones climáticas favorables, como una primavera tibia y una buena acumulación de horas frío.
Sin embargo, este incremento ha puesto en evidencia la necesidad de mejorar la infraestructura de limpieza, secado y almacenamiento, así como de diversificar los mercados para evitar la dependencia de un único comprador.
Desde el Comité del Avellano plantean que los productores están llamados a explorar nuevos mercados internacionales y a invertir en tecnología para enfrentar futuros desafíos.
En Ñuble, la cosecha de avellanas se extiende entre febrero y abril, incluso algunas faenas de extienden hasta mayo, y prácticamente toda la producción se procesa en la nueva planta de Agrichile en Ñiquén, sin embargo, en la reciente temporada se observaron algunos problemas de congestión, lo que obligó a extender el periodo de recepción, algo que se puede atribuir a que era la primera temporada de operación.
En ese contexto, los productores celebraron el plan de inversiones anunciado por Ferrero el 20 de octubre, que incluye un proyecto de ampliación de la capacidad de procesamiento de la planta en Ñiquén.
El plan contempla la construcción de una tercera planta en Chile, que estará ubicada en la Región de La Araucanía y estará dedicada al descascarado del fruto. Asimismo, la compañía invertirá en la renovación de la planta de Alto Camarico (Región del Maule), inaugurada en 2015, y en la ampliación de la capacidad de procesamiento de San Gregorio (Región de Ñuble), inaugurada en 2024, las cuales se completarán antes de la próxima temporada. Además, se duplicará la capacidad de limpieza y secado en la planta de San Gregorio.