La muerte del actor Héctor Noguera, ocurrida esta semana, marca el fin de una de las trayectorias más notables de la escena chilena. Con más de sesenta años dedicados al teatro, la televisión y el cine, Noguera fue protagonista de algunas de las obras más emblemáticas del país. Su primer papel en el cine, sin embargo, lo une directamente a Ñuble y a una de las películas más decisivas en la historia del séptimo arte chileno, El Chacal de Nahueltoro (1969), dirigida por Miguel Littin.
Filmada en los mismos parajes donde, a comienzos de los sesenta, Jorge del Carmen Valenzuela cometió los asesinatos que estremecieron al país, la cinta exploró la transformación espiritual del campesino condenado a muerte. En ese relato, Noguera interpretó al sacerdote Eloy Parra, el cura diocesano que acompañó a Valenzuela en la cárcel de Chillán, fue testigo de su arrepentimiento y lo acompañó hasta su ejecución.
En su libro “Autobiografía de mi padre”, escrito junto a uno de sus hijos, el actor recuerda el momento en que Littin lo convocó al proyecto. “Miguel me mira con una seguridad que me desborda, me dice que quiere que haga el papel del padre Eloy, y me lo dice como si debiera estar honrado ante su propuesta. Y sí, lo estoy, aunque no sepa aún si es una propuesta o una petición”, relata Noguera.
Pocos días después del encuentro, viajó a Chillán para reunirse con el propio padre Eloy Parra, con quien sostuvo largas conversaciones para preparar el personaje. Años más tarde, Parra nunca volvió a referirse públicamente al tema, pese a que La Discusión intentó en varias ocasiones entrevistarlo para conocer de primera fuente cómo fue el controvertido proceso de conversión del llamado Chacal.
El actor también evocó la intensidad del proceso de investigación que lideró Littin antes del rodaje. “Miguel muestra las actas judiciales, las cartas que piden el indulto a Alessandri, los testigos directos o cercanos, los amigos de su madre, el hijo ilegítimo perdido de su padre, el incesto con su ahijado, la carta de María Urrutia Rojas, la grabación que le hizo al padre Eloy antes de morir, la negación judicial de Alessandri que aún permanece en su mano izquierda y que se agita con cada palabra y nueva referencia”.
Noguera también se refirió al trabajo del chillanejo Nelson Villagra, quien interpretó al “Chacal”. Recordó que Villagra “rara vez se despojó de los atuendos del personaje en medio de las grabaciones, y todos sentimos que efectivamente se había puesto en los zapatos del asesino”.
Sacerdote
Por esos años Eloy Parra era el capellán de la Cárcel de Chillán y le tocó de cerca el caso de Jorge del Carmen Valenzuela. Como sacerdote y tutor espiritual del condenado a pena de muerte, solicitó el indulto presidencial, el que fue rechazado por quien entonces ocupaba dicho cargo, Jorge Alessandri. Jorge del Carmen Valenzuela fue fusilado el 30 de abril de 1963, dando origen a un incipiente culto popular, alimentado por la percepción de injusticia en su condena. Su tumba, ubicada en el cementerio de San Carlos, sigue siendo hasta hoy lugar de devoción y memoria. Hace más de 10 años, el propio Nelson Villagra visitó la tumba para agradecer al Chacal la oportunidad que tuvo de interpretar su cautiverio en la pantalla grande. Para Villagra, ese papel le había abierto las puertas a la actuación.
“El Chacal de Nahueltoro” no solo fue el punto de partida de la carrera cinematográfica de Noguera, sino también una de las obras que redefinieron el realismo social en el cine chileno. Su interpretación del padre Parra quedó como testimonio de un vínculo íntimo entre la historia de Ñuble, la memoria colectiva del país y el talento de un actor que, desde entonces, nunca se apartó de los grandes temas humanos que marcaron su obra.
Hoy en día, la cinta de Littin es considerada una joya del cine latinoamericano, y seguirá siendo testigo vivo del nacimiento de actuaciones magistrales como la del chillanejo Nelson Villagra y la de Noguera, interpretando al sacerdote que acompaño los días más negros de Jorge Valenzuela en la Cárcel.
