Señor Director:
Como ciudadanas comprometidas con los derechos humanos y la equidad social, expresamos nuestra profunda preocupación por el debate que se ha generado en el marco de la actual campaña presidencial respecto al derecho a la educación de niños, niñas y adolescentes migrantes. Nos preocupa que, bajo discursos que apelan a “regular” la migración, se legitimen prácticas de exclusión y discriminación.
Esta discusión no solo ignora los aportes culturales y sociales de la migración, sino que amenaza con vulnerar el principio de no discriminación y el interés superior del niño, pilares de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (CIDN), ratificada por Chile en 1990.
Chile ha implementado medidas para cumplir con estos compromisos, como la Política Nacional de Estudiantes Extranjeros (2018-2022), que garantiza el acceso a la educación integral para niños migrantes, incluso en situación irregular. Sin embargo, la reforma a la Ley de Migración discutida en el Senado desde diciembre de 2024, pone en riesgo estos avances y podrían llevar a la exclusión educativa indirecta.
Exhortamos a todos los candidatos a honrar los compromisos asumidos por el Estado chileno y a priorizar políticas que respeten el derecho a una educación de calidad, inclusiva y no discriminatoria. Una educación que valore la dignidad y diversidad de los niños migrantes no solo es un imperativo ético, sino una inversión en un Chile más justo. Ignorar estos principios equivaldría a perpetuar desigualdades que afectan el futuro de generaciones enteras.
Marlene Fermín González
Carolina Álvarez Valdés
