Señor Director:
¿Han escuchado la frase que dice?: “El aleteo de una mariposa puede generar un huracán”. Queda comprobado si analizamos la vinculación que tienen los diversos indicadores en la toma de decisiones.
El indicador cuestionado por estos días es el IPC, el cual mide la variación promedio de los precios de una canasta de bienes y servicios, compuesto por 303 componentes de los cuales, 79 forman parte de la canasta básica de alimentos, que a su vez establece la línea de pobreza en Chile según el poder de adquirir una, más de una, o ninguna unidad.
Si consideramos que la electricidad es un factor productivo, ya que sirve para que las máquinas funcionen y estas a su vez generen bienes de consumo, cuales varios de ellos están incluidos dentro de la canasta de alimentos, tales como arroz, azúcar, etc., incluso la propia electricidad como un bien de servicio; podemos suponer que un mayor precio en la cuenta eléctrica distorsiona su valor final, generando un efecto espejo en la variación del IPC y por ende de la inflación.
Por otra parte, tenemos la unidad de fomento (UF), que es una unidad financiera que se reajusta con la inflación, por ende, fluctúa en base a las variaciones de… sí, el IPC.
Resumido lo anterior, podemos concluir que si el precio de la electricidad aumenta, esto altera el IPC, en consecuencia, la inflación y por estar indexada, la UF.
Ahora la pregunta es: ¿Cuantos bienes o servicios pagamos en UF?
¿Se da cuenta que no tan solo subió la luz?
Roger Cisterna Rondanelli
Administrador Público
