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Regantes del río Chillán empujan avance del proyecto de embalse

Un llamado a inscribir sus derechos de aguas, tanto en el Conservador de Bienes Raíces como en el Catastro Público de Aguas, hizo la Junta de Vigilancia del Río Chillán (JVRC) a sus accionistas, con el objetivo de avanzar a la siguiente etapa en la hoja de ruta para la construcción del embalse Chillán.

Ello constituye un requisito establecido para desarrollar la ingeniería de detalle del proyecto, luego que concluyera el estudio de factibilidad, cuyos resultados se conocieron en junio pasado.

El embalse se emplazará en el río Chillán, específicamente en el sector Pellines, entre Pinto y Coihueco. Tendrá una capacidad de almacenamiento de 125 millones de metros cúbicos y permitirá dar seguridad de riego a 18.175 hectáreas en Pinto, Coihueco, Chillán y Chillán Viejo, lo que lo convierte en el segundo de mayor envergadura de los embalses proyectados en la región (después de La Punilla).

En una reunión informativa con los accionistas realizada en Chillán, el ingeniero asesor de la JVRC, José Matamala, explicó que “la fase 2 de factibilidad está terminada y el proyecto requiere ciertos compromisos para avanzar a la fase 3, que es la de ingeniería de detalle”. Precisó que “se requiere, antes de comenzar tal fase, que el 33% de los derechos de aprovechamiento de agua del río Chillán estén registrados en el Conservador, y a su vez, en el Catastro Público de Aguas dependiente a la DGA”.

“Si no lo han hecho -continuó Matamala-, desde nuestra institución se les entregará todo el apoyo y asesoramiento para que lo realicen”.

En esa misma línea, el presidente de la JVRC, Héctor Jaque, adelantó que busca propiciar un convenio con la Universidad del Alba, para que estudiantes de derecho puedan apoyar el trabajo en los conservadores de Chillán, Pinto, Coihueco y Chillán Viejo, con el objetivo de obtener la información de los títulos.

Desde la JVRC manifestaron que el plazo autoimpuesto para alcanzar ese 33% es el 2027, de manera de avanzar con las siguientes etapas. Además, acotaron que deben cumplir con otra meta: que el 70% de los accionistas del río Chillán demuestre interés en la construcción del embalse.

Las próximas etapas contemplan estudios de diseño, impacto ambiental, tramitación de la Resolución de Calificación Ambiental y procesos de expropiación, las que debieran ejecutarse entre 2026 y 2030.

Financiamiento

Entre los principales beneficios del embalse Chillán destacan la incorporación de 9.427 hectáreas de secano al riego, el ahorro de costos en 2.054 hectáreas que hoy dependen de pozos, y un fortalecimiento del sistema de riego para otras 6.694 hectáreas ya productivas.

De acuerdo con lo informado por el MOP, el costo total de obras del embalse y la unificación de canales es de $264 mil millones. También se indicó que la obra será multipropósito, es decir, al igual que el Zapallar, no solo busca acumular agua para el riego, sino que también para el control de crecidas, reserva de agua para consumo humano, reservorio para combatir incendios, turismo y recreación.

Según planteó Héctor Jaque, existe una decisión de parte del gobierno de repetir en el embalse Chillán la fórmula de ejecución directa por parte del estado, vía DFL 1.123, empleada con el embalse Zapallar y aprobada para La Punilla. Dicha decisión, sin embargo, debe ser ratificada por el Consejo de Ministros de la CNR.

“Si el estado, a través del DFL 1.123, ha decidido, bajo ciertos requisitos, construir el embalse Chillán, es porque está priorizando el consumo humano y la agricultura, por lo tanto, el encargado de tomar la decisión final de construir el embalse es el Ministerio de Desarrollo Social, considerando que el estudio de factibilidad determinó que este proyecto tiene rentabilidad social y económica superior a la media”, sentenció el presidente de la JVRC.

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