Bioparque Quillón sigue al rescate de animales: tuvieron nacimiento de leones blancos

Cuando la semana antepasada se hizo público el nacimiento de dos leones blancos en el centro de rescate y rehabilitación animal Bioparque Quillón, en las redes sociales hubo aplausos, pero también críticas de quienes se quejaban que “el zoológico” los tuviera encerrados, en vez de mandarlos de vuelta a su hábitat natural.
Ese tipo de comentarios demuestra que, pese a que el lugar está operativo desde 2012, y ha ganado un prestigio nacional por haber conseguido la recuperación física y sicológica de decenas de animales, la gente aún ignora la misión de las 10 personas que trabajan en el bioparque. Y peor aún, no conocen su existencia.
Lo cierto es que a este lugar es donde han llegado animales maltratados en circos, zoológicos, contrabandista de animales e incluso particulares que, por darse gustos exóticos, los mantenían en espacios no acorde a sus necesidades y mal alimentados. Punto aparte, los pumas o zorros atropellados.
Quienes están a cargo del recinto son Patricia Campos, y el director de la fundación, Cristian Anguita, quienes solo impulsados por el amor a los animales, en 2010 compraron cerca de 10 hectáreas en Quillón, para pasar los dos años siguientes, adaptando el espacio para recibir animales maltratados y conseguir el propósito final de rehabilitarlos.
“Generalmente, el tipo de daño con que llegan estos animales son provocados por el hombre, por lo que como segundo objetivo de esta fundación es educar a las personas y promover el bienestar animal. Y lo difundimos desde las instrucciones a los niños de no perseguir ni molestar a los animales, hasta buscar que los adultos entiendan la importancia de convivir con ellos y respetar su medio ambiente”, explica Cristian Anguita.
Como ejemplo, explica que hace 15 años había 500 mil leones en estado salvaje en el mundo, por hoy apenas la cifra llega a 15 mil. “Por eso, que dos leones blancos hayan nacido acá es un milagro. Para que los padres hayan procreado, se requiere primero recuperarlos y lograr que se sientan bien”.
No es el primer milagro en Quillón. Un león estresado y mal alimentado, logró recuperar su melena; otro que apenas caminaba tras años de encierro en una jaula, logró hasta correr y jugar.
“Y lo mismo con dos osos que se recuperaron de un circo, donde para hacerlos bailar, los paraban en planchas de acero caliente. Hoy los ves relajados, jugando y totalmente sanos”, añade Patricia Campos.
No todos se pueden recolocar
Desafortunadamente, no todos pueden ser devueltos a su hábitat tras ser sanados. Tigres, osos o leones requieren de un muy alto costo para ser enviados a otro continente, y en el caso del puma “es un animal muy territorial, por lo que si los que están libres advierten un intruso en su espacio, lo matan. Lo mismo pasa con muchas aves. Liberarlos, sería mandarlos a morir”.
Un león come cerca de 5 kilos de carne al día, por lo que la ayuda que les entrega el supermercado Líder “para nosotros es fundamental”, añade.
Seremis, directores de servicios públicos les han ofrecido ayuda en tantas ocasiones -y nunca las cumplen- que los encargados ya ni quieren saber de ese tipo de ofertas de nuevo.
Hoy subsisten solo con la venta de entradas ($6 mil pesos) por lo que a través de cuentas en redes sociales buscan contarle a los vecinos y colegios de Ñuble que visitar y recorrer esas 10 hectáreas son un panorama imperdible. Y muchas veces, son las personas que terminan sanando.