Diputados de Ñuble explicaron su rol tras fallida sesión por falta de quórum

La sesión del miércoles pasado en la Cámara de Diputadas y Diputados terminó en un verdadero papelón legislativo: apenas 49 parlamentarios de un total de 152 alcanzaron a ingresar al hemiciclo, dos menos del quórum mínimo exigido para sesionar.
El episodio, calificado de “bochornoso” por los propios congresistas, impidió discutir la iniciativa que otorgaba titularidad a profesores a contrata con más de tres años de servicio. No fracasaba una sesión desde 2021, y el hecho dejó en evidencia las tensiones entre la agenda legislativa y el despliegue electoral de cara a noviembre.
Los diputados ausentes sin justificación deberán enfrentar una multa del 2% de su dieta -equivalente a $146.980-, aunque tienen plazo para presentar excusas. La Cámara registró oficialmente quiénes estaban dentro de la sala y en qué momento se cerraron las puertas, según informó el secretario general, Miguel Landeros.
Todos estaban en el Congreso
En Ñuble, el balance fue mixto. Las diputadas Sara Concha (Partido Social Cristiano) y Marta Bravo (UDI) estuvieron presentes en la sesión, mientras que Frank Sauerbaum (RN), Cristóbal Martínez (UDI) y Felipe Camaño (Ind.-DC) se encontraban en otras actividades vinculadas al Congreso, según explicaron.
Concha, quien participó en la fallida jornada, lamentó el episodio y advirtió que la falta de quórum daña la confianza ciudadana.
“Ser diputado o diputada no es solo ocupar un escaño, es asumir un compromiso con la gente que confió en uno”, señaló. La legisladora añadió que, aunque no todos los representantes de Ñuble estuvieron en la sala al momento del cierre, “los otros tres se encontraban cumpliendo funciones dentro del Congreso, en comisiones u otras responsabilidades propias del cargo”.
Bravo, por su parte, calificó como “una oportunidad perdida” no haber avanzado en la titularidad docente, especialmente en la semana del Día del Profesor.
“Hubiese sido una feliz coincidencia que avanzáramos en este reconocimiento a profesionales que por su entrega merecen una condición mejor”, expresó. La diputada UDI insistió en que ha mantenido una asistencia completa a las sesiones desde el inicio de su mandato.
El diputado Frank Sauerbaum, en tanto, justificó su ausencia explicando que participaba simultáneamente en dos instancias: la Comisión Mixta de Presupuestos y la comisión revisora de la acusación constitucional contra el juez Antonio Ulloa.
“Había 17 diputados excusados por esas razones. Creo que está bien que haya multa, porque cada vez hay menos asistencia, pero también influye la pobreza de la agenda legislativa”, dijo.
En la misma línea, Cristóbal Martínez sostuvo que sí se encontraba en el Congreso, aunque no alcanzó a ingresar a la sala antes del cierre, ya que asistía a una ceremonia oficial conmemorativa de los 100 años de colaboración entre la Iglesia y el Estado.
“Estuve desde temprano en el Congreso y participé en gran parte del desarrollo de la sesión”, afirmó.
Felipe Camaño, en tanto, dijo haber representado a la Cámara en el mismo acto, al que asistió por invitación de la Presidencia del Senado y donde participó una delegación de Ñuble.
“Lamento lo ocurrido, pero mi rol también es representar al Congreso. Creo que lo de la multa es justo, pero esto deja en evidencia tanto la irresponsabilidad de algunos diputados como la ineficiencia del sistema, donde hay demasiados discursos y pocas votaciones”, comentó.
Desde la testera, el presidente de la Cámara, José Miguel Castro (RN), recalcó que las explicaciones son personales.
“Cada parlamentario tendrá que dar cuenta de su caso. No es grato informar esto, pero el reglamento es claro”, afirmó.
El incidente no solo dejó frustrada una votación relevante, sino que reavivó las críticas al funcionamiento interno del Congreso en plena temporada de campaña.