El desafío logístico biregional

Las ventajas de Ñuble para convertirse en el polo logístico del centro sur de Chile son conocidas, dada su estratégica ubicación, a 400 kilómetros de Santiago, en el eje de la Ruta 5 y a 100 kilómetros de los puertos de Concepción, un nudo crítico que conecta también con el Sur de Chile.
Pero los atributos no han sido argumento suficiente para desarrollar una plataforma logística, de hecho, en Chillán Viejo llevan años vislumbrando un puerto seco en el sector Rucapequén, que permita aprovechar la estación ferroviaria subutilizada, generando una plataforma bimodal.
En ese contexto, se valoran iniciativas como el proyecto del tren Santiago-Concepción, particularmente la construcción de un nuevo tendido que una Chillán y Concepción.
También se valora el proyecto Trasandino Sur, que busca unir Concepción con la Provincia de Neuquén, en Argentina, donde una alternativa es un trazado paralelo al Paso Pichachén (Antuco), y la otra, el futuro Paso Minas Ñuble (San Fabián), que, si bien es más corta, no cuenta con una ruta caminera operativa, algo que podría cambiar una vez que se concrete la habilitación de la futura ruta internacional.
Se trata de iniciativas que generarían un gran impacto positivo en las economías de ambas regiones, pero que no han superado el papel, de hecho, el sector forestal lleva más de dos décadas advirtiendo la necesidad de extender el tendido ferroviario desde Nueva Aldea hasta Lirquén.
En los últimos años, el Gobierno Regional de Ñuble ha intentado empujar este desafío. En 2024 concluyó el estudio para la instalación de un hub logístico, en el marco del proyecto FIC “Transferencia de experimentos pilotos en procesos logísticos para la transferencia de los Hub Log”, ejecutado por el Centro de Investigación Marítimo Portuaria de la UCSC y financiado por el Gobierno Regional.
Un hub logístico permitiría contar con servicios a la carga (packing, frigoríficos y otros), que no están presentes en la región, pero que sí lo están en la zona de influencia de los puertos de la región de Valparaíso. De esta forma, tendría un impacto positivo para los exportadores de Ñuble, Biobío y sur de Maule optimizando su cadena de suministro.
El estudio presentó tres posibles emplazamientos para el puerto seco: Cocharcas (San Carlos), Rucapequén (Chillán Viejo) y General Cruz (Pemuco), todas en el eje de la Ruta 5. Sin embargo, para que esto sea una realidad aún se requiere avanzar en la prefactibilidad y la posterior difusión entre potenciales inversionistas, una tarea que sigue pendiente.
Paralelamente, en el ámbito privado se han dado pasos en el desarrollo de un polo industrial y logístico en Chillán Viejo, tanto en la zona urbana como en el eje de la Ruta 5, eje que también se proyecta como un polo de atracción de inversiones en comunas como San Carlos, Chillán y Bulnes.
La región tiene la oportunidad de fortalecer su posición para convertirse en un centro logístico multimodal, conectado por carretera, ferrocarril y vía aérea, para gestionar la carga hacia y desde los puertos de Biobío, pero también la que proviene desde Ñuble a Los Lagos, y desde Argentina. Sin embargo, aprovechar esta oportunidad requiere dejar de lado el cortoplacismo, el ciclo político y las mezquindades y trabajar de manera coordinada y sobre la base de la cooperación, lo que aplica para las empresas, para los municipios y también para las regiones, particularmente Ñuble y Biobío, que juntas pueden conformar una plataforma logística biregional moderna y eficiente.