Crisóstomo y Camaño: los postulantes a la Cámara más apuntalados por los partidos

A menos de dos meses de las elecciones parlamentarias, los registros del Servicio Electoral (Servel) muestran que los candidatos(as) a diputado(a) por el distrito 19 han declarado, en conjunto, aportes por $69,8 millones, aunque solo la mitad de los postulantes –24 de los 50 inscritos– ha recibido contribuciones hasta ahora.
Entre ellos destacan dos nombres del pacto oficialista Unidad por Chile, que además aparecen entre los más mencionados en los análisis políticos regionales: Francisco Crisóstomo, del Partido Socialista; y Felipe Camaño, independiente apoyado por la Democracia Cristiana. Ambos superan los $10 millones en aportes y son, de momento, las cartas más fuertes dentro del bloque, que en Ñuble probablemente alcanzará solo un cupo en la Cámara.
El Partido Socialista figura como el principal respaldo financiero de Crisóstomo, quien recibió dos depósitos de $5 millones, sumando $10 millones en aportes partidarios directos. El candidato acumula un total de $10.767.836 según los registros públicos del Servel, lo que lo posiciona como el postulante con mayor financiamiento en Ñuble.
En tanto Felipe Camaño, actual diputado y único representante de la centro izquierda ñublensina en la Cámara , ha recibido $10 millones del Partido Demócrata Cristiano, el aporte individual más alto registrado hasta ahora en el distrito. En su comando señalan que se trata de un “respaldo natural” del partido a un parlamentario en ejercicio que busca la reelección bajo el alero de Unidad por Chile.
Detrás de ellos aparecen Sara Concha (Partido Social Cristiano), quien acumula $8,7 millones –en su mayoría aportes propios–; César Riquelme, del Partido Radical con $5,4 millones, y Erick Solo de Zaldívar (Frente Amplio), con $5,1 millones, de los cuales $4,8 millones provienen de su propio partido.
En el bloque opositor, la UDI y Renovación Nacional concentran también sumas relevantes: tanto Marta Bravo como Cristóbal Martínez han recibido $5 millones cada uno de su partido, y RN hizo lo propio con Frank Sauerbaum y Carlos Chandía, ambos también con aportes partidarios de $5 millones.
Respaldo partidario
La tendencia es clara: los partidos políticos son, hasta ahora, los grandes financistas de las campañas en Ñuble. Las colectividades han aportado montos superiores a los registrados por personas naturales o por los propios candidatos, aunque en algunos casos –como el de Sara Concha– el autofinanciamiento representa una proporción significativa del total.
De acuerdo con los datos oficiales, el Partido Socialista y la Democracia Cristiana son los que más dinero han inyectado a sus postulantes, con $10 millones cada uno, seguidos por Renovación Nacional y la UDI, que han transferido $10 millones por colectividad, repartidos entre dos candidatos cada una. El Frente Amplio, en tanto, aparece con un aporte de $4,8 millones a Erick Solo de Zaldívar.
En contraste, los partidos más pequeños –como Amarillos, Alianza Verde Popular o Igualdad– registran apoyos simbólicos, generalmente inferiores a $200.000. La desigualdad en los montos confirma la concentración de recursos en las candidaturas de mayor proyección o con estructuras partidarias más consolidadas.
Aportes de personas naturales
A nivel individual, además de los grandes aportes partidarios, figuran contribuciones de personas naturales, la mayoría en montos reducidos. Entre los donantes particulares aparecen Martín Arrau, exintendente de Ñuble, con $500.000 al republicano Diego Sepúlveda; Fernando Salinas Manfredini, activista ambiental y exconvencional Constituyente por el Maule, con $3 millones a César Uribe (ind.-Igualdad); y varios aportes menores que van desde $30.000 a $250.000.
Aunque el total recaudado en Ñuble está lejos del límite de gasto electoral permitido para cada candidatura –que alcanza aproximadamente $284 millones–, los montos iniciales comienzan a marcar diferencias en un distrito caracterizado por la fragmentación política y la estrechez de las contiendas.
En este escenario, las campañas de Crisóstomo y Camaño despuntan no solo por su nivel de financiamiento, sino también por su proyección política dentro del oficialismo. Ambos representan sensibilidades distintas del pacto Unidad por Chile, y los analistas prevén que el resultado en Ñuble será una prueba de fuerza entre el socialismo y el centro político de la DC.
Mientras tanto, en el bloque opositor, la distribución de recursos entre los candidatos de la UDI y RN apunta a mantener su representación, con Sauerbaum, Martínez y Bravo como cartas consolidadas.
A medida que se acerca el cierre de la campaña, las próximas semanas mostrarán cuánto más se moverán las cifras. Pero por ahora, las planillas del Servel confirman una constante: los partidos son quienes más dinero ponen en la mesa, y quienes parecen más dispuestos a apostar por sus candidatos con mayores posibilidades de triunfo.