Vecinos del sector norponiente de Chillán manifestaron su preocupación por la realización de carreras y fiestas clandestinas que perturban la tranquilidad y seguridad del entorno.
Los habitantes están molestos por los ruidos estridentes y por el clima intimidante que han causado personas que serían ajenas al barrio, que incurren en conductas cuestionables.
Según denuncian, los eventos se realizan en plena semana, alterando la paz de quienes descansan y deben cumplir con sus obligaciones diarias.
La preocupación ciudadana fue expuesta por Ester Quiñonao, dirigente del sector Ñuble Alto Oriente o conocido como “La engorda” e integrante del Consejo de Sociedad Civil (Cosoc) que sesionó el lunes en la municipalidad de Chillán.
“En una caletera que colinda con el sector Las Rosas existen carreras clandestinas. El director de Seguridad está al tanto y se han hecho varias rondas, por acción municipal no hay queja. De hecho llegan los inspectores y los carabineros no llegan. El problema de las carreras clandestinas es que después que terminan se van a un sitio eriazo que hay en Las Rosas y hacen fiestas clandestinas, estilo “Rápido y Furioso” (película), entonces, la música que ponen se escucha hasta el sector de “La Engorda”, Ñuble Alto, depende de la dirección del viento si nos afecta o no”, detalló la dirigente.
Ester Quiñonao manifestó que la problemática se escapa de la esfera municipal y, a su juicio, son otras instituciones públicas que deben articular un trabajo orientado a erradicar estas acciones.
“El director de seguridad municipal está al tanto y nos ha prestado colaboración, pero ya es un tema que se tiene que ver a nivel de delegación presidencial y Carabineros. Hay que evitar exponer a los inspectores, porque ellos no tienen atribuciones para detenerlos en carreras clandestinas, pero sí cuando llegan la fiesta se suspende. Estas se realizan desde el miércoles en adelante. No es que sean solo el fin de semana”, dijo.
Los vecinos han alertado que quienes incurren en estas acciones se han tomado prácticamente el sector, siendo indiferentes ante lo afectados e incluso infundiendo temor.
“Hay varios vecinos que llaman a Carabineros, quienes preguntas si están armados o no, pero los vecinos no van a ir a verificar, porque no es su labor. Hay un Dj que dice que este barrio es nuestro y si no les gusta la situación les dicen al resto que se cambien de barrio, entonces, para mi eso es amedrentar”, denunció.
“La veces que llamamos a seguridad municipal ellos llegan, hacen rondas, apagan la música, se van los inspectores y vuelven. Entonces, tampoco le podemos pedir más a los inspectores, porque yo siento que cumplen una labor preventiva, ellos no pueden hacer más”, añadió.
Desde la municipalidad el alcalde de Chillán, Camilo Benavente, fue receptivo al problema y solicitó la intervención de seguridad municipal.
En ese sentido, el director de seguridad municipal, Lautaro Arias, comentó que abordará la situación en coordinación con la autoridad policial.
“Los vamos a fiscalizar junto con Carabineros, porque los nuestros han ido y se dispersan, pero después vuelven. Lo vamos a conversar con ellos (Carabineros). Estamos a disposición, porque la idea es mejorar”, indicó.
