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“Es importante regular y ordenar el uso del suelo agrícola, más que prohibir”

En su visita a la región de Ñuble, la nueva ministra de Agricultura, Ignacia Fernández Gatica, abordó la problemática de la pérdida de suelo agrícola y el despoblamiento en zonas rurales y aseguró que retomará las acciones para dar continuidad a la discusión legislativa del proyecto de ley que regula las parcelaciones.

La titular del agro encabezó, junto al gobernador regional, Óscar Crisóstomo, y al delegado presidencial, Rodrigo García, la constitución de la Mesa Pro Desarrollo Rural, instancia que se enmarca en la Política Nacional de Desarrollo Rural (PNDR), que busca reducir las brechas que afectan a la región más rural del país.

Fernández destacó que la PNDR, impulsada por Odepa, del Ministerio de Agricultura, se ha consolidado como una política de estado que articula el trabajo de diversos ministerios y servicios. “Lo que presentamos hoy es el resultado de un trabajo previo de varios meses, en los que cada ministerio ha definido metas específicas y planes de acción para avanzar en el cierre de brechas en los territorios rurales”, señaló.

“Es un hito importante en materia de articulación y subrayo el concepto de articulación, porque el fortalecimiento del mundo rural, trabajar en cerrar brechas de acceso a bienes, a servicios, fortalecer el dinamismo económico de la actividad agrícola en el mundo rural es una tarea que requiere de muchos sectores; hay tareas que tienen que ver con la conectividad, la vivienda rural, la seguridad pública en las zonas rurales, el sistema de apoyos y cuidados, y por cierto, la diversificación productiva y la innovación. Entonces, el trabajo que hay detrás convoca a todos estos actores del estado, pero también al Gobierno Regional, a los gremios productivos, de manera de poner en común las acciones que cada uno de estos actores desarrolla en una estrategia ordenada, concertada, de más largo plazo”, afirmó.

Parcelaciones

La secretaria de estado reconoció que, “lo que hemos observado, lamentablemente, durante las últimas décadas, es una creciente pérdida de suelo agrícola y la partida de muchos jóvenes que ya no ven oportunidades en el campo”.

Se estima que, entre 2020 y 2024, en Ñuble se han certificado más de 130 mil hectáreas en parcelaciones.

En esa línea, sostuvo que “para enfrentar la pérdida de suelo agrícola estamos trabajando a través del ‘proyecto de ley de vida rural’, más conocido como proyecto de parcelaciones, que impulsó con mucha fuerza el exministro Valenzuela al principio de este gobierno, que yo me he propuesto no solo dar continuidad, sino que retomar”.

Detalló que “esta semana estuvimos en conversaciones con la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados, donde está alojado este proyecto, para retomar la mesa técnica entre los asesores, destrabar algunas diferencias que teníamos y poder continuar con la votación de este proyecto, que esperamos que prontamente pueda ser ley, porque efectivamente nos va a permitir ordenar. El proyecto no está orientado a prohibir nuevas formas de vida en zonas rurales, pero sí asegurarnos que éstas sean respetuosas con las formas tradicionales en el campo y eso se refiere, por ejemplo, al uso del agua, al uso de tierra para la agricultura y no solo para usos habitacionales”.

La socióloga analizó que “el proceso de parcelaciones se debe a varias cosas. Por un lado, hay muchas personas que han decidido que es mejor vender sus terrenos, porque es más rentable en el corto plazo vender que vivir de los ingresos de la agricultura, y por ahí lo que tenemos que hacer justamente es generar mejores condiciones para el trabajo agrícola; pero también tiene que ver con cambios sociales y culturales contra los que no podemos ir en contra, tienen que ver con preferencias de las personas. Por eso es importante regular y ordenar este uso del suelo, más que prohibir. Cuando uno prohíbe y va contra las tendencias propias de la sociedad, lo que logra es que las cosas ocurran de forma ilegal o irregular y eso es justamente lo que queremos evitar”.

“Asegurar que cuando haya uso residencial en zonas agrícolas, no sea sacrificando los mejores suelos, no sea a costa del agua para la agricultura, que sea con un cuidado respetuoso de los animales y, en el fondo, generando mejores formas de convivencia entre los productores agrícolas y quienes decidan utilizar el suelo de otra forma”, complementó.

Consultada por el éxodo de jóvenes de los campos, la ministra Fernández recordó que “hace poquito tiempo Indap dio a conocer una política nacional de juventudes rurales, que busca justamente coordinarse con otros servicios y sectores, de manera tal de generar las condiciones de innovación, de conectividad, de calidad de la vivienda, para hacer el campo atractivo para los jóvenes”.

Precisó que, en ese marco, “Indap ya tiene algunos programas importantes: tiene el programa ‘Mi primer negocio rural’, que entrega apoyo financiero a las personas que quieran emprender en el campo. Tenemos ahora un convenio con Bienes Nacionales y con BancoEstado, para arrendamientos o compras de tierras para jóvenes en el campo; pero sabemos que necesitamos mucho más, porque los jóvenes nos están llamando cada vez más a la innovación, al uso de nuevas tecnologías”.

Agenda en Ñuble

En su visita, la ministra también supervisó fiscalizaciones del cumplimiento de la Ley de la Carne en locales del Mercado Municipal de Chillán, junto al delegado presidencial regional y representantes del SAG.

Además, participó en la inauguración de las obras de revestimiento de un tramo crítico del canal Chacayal, en el sector Nahueltoro, en Coihueco.

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