La elección de diputados en Ñuble se perfila como una de las más disputadas de los últimos años, con “peleas”que atraviesan todos los bloques, y que podrían reconfigurar el mapa político regional.
En Unidad por Chile, el duelo se centra entre Felipe Camaño, independiente en cupo DC y actual legislador; y Francisco Crisóstomo (PS), respaldado por el gobernador, en una lista que tendrá dificultades para elegir dos cupos, pese a que cuenta con un tercer nombre que viene trabajando desde hace tiempo en su candidatura, y cuenta con una base interesante en Chillán: el radical César Riquelme.
En Chile Vamos, la disputa interna será por los tres cupos que proyectan, con Marta Bravo y Cristóbal Martínez perfilados como favoritos, mientras Frank Sauerbaum, Jorge Sabag y Carlos Chandía buscan no quedar fuera.
En el bloque conservador, la incumbente Sara Concha enfrenta la amenaza del republicano Diego Sepúlveda, apadrinado por José Antonio Kast, en un escenario donde el voto cristiano podría dividirse.
A esto se suman nombres de “animales políticos” que, aunque sin opciones de triunfo, dispersan sufragios; y la incógnita de César Uribe, exconvencional que debe demostrar si su alta votación pasada fue coyuntural o una base real.
El factor del voto obligatorio, de aprobarse con multas, puede terminar sin dudas inclinando la balanza en estas peleas voto a voto.
