Recorte presupuestario

El anuncio de recortes en los presupuestos regionales realizado el pasado martes en Santiago ha encendido las alarmas en todo el país, pero en Ñuble la noticia golpea con especial fuerza. El nuevo ministro de Hacienda, Nicolás Grau, y la directora de Presupuestos, Javiera Martínez, comunicaron a los gobernadores que doce de las dieciséis regiones sufrirán disminuciones de recursos para el 2026, fluctuando entre 0,4% y 6,9%. Ñuble aparece en el grupo más afectado, junto a Aysén, Los Lagos, Arica y Antofagasta. En contraste, la Región Metropolitana será una de las pocas beneficiadas con un incremento.
La medida representa una baja global del 1,9% respecto del presupuesto vigente. Sin embargo, si se considera la inflación y el encarecimiento de insumos y mano de obra, el impacto real será mucho mayor. Lo que en Santiago se presenta como un ajuste técnico, en regiones se podría traducir en retrocesos en materia de caminos, proyectos de agua potable rural y, en general, oportunidades para quienes viven en comunas que aún esperan consolidar su desarrollo.
El gobernador regional de Ñuble, Óscar Crisóstomo, reaccionó con dureza, calificando el anuncio como un retroceso inaceptable. Argumenta que nuestra región ha sido reconocida por su alta capacidad de ejecución presupuestaria, demostrando eficiencia en la gestión de obras y programas que mejoran la calidad de vida de la población. En un territorio que apenas cumple siete años desde su creación, cada peso destinado al Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) tiene un efecto multiplicador, según la autoridad que fue reelecta el año pasado.
La reducción propuesta por Hacienda también instala un preocupante mensaje político que en todo caso no es nuevo: las regiones deben seguir esperando.
En Ñuble, la situación exige una reacción unitaria. Crisóstomo ya convocó a los parlamentarios locales a cerrar filas en defensa de los recursos, pese a que en los últimos años no han dado muestras de gran influencia ante el gobierno central y el mismo Congreso en la gestión de los intereses regionales. Hay quienes piensan que sería una buena oportunidad para su imagen pública ser parte de una campaña de defensa de los recursos regionales, aunque ello supone renunciar a los protagonismos y actuar coordinadamente, lo que parece bastante difícil de conseguir en medio de un clima electoral altamente competitivo y polarizado, sobre todo en el caso de nuestros (as) representantes en la Cámara Baja. Los 5 diputados y diputadas que actualmente tiene Ñuble van a la reelección.
El oficialismo justifica los recortes como un acto de responsabilidad fiscal en un escenario de bajo crecimiento y mayores presiones en seguridad y salud. Nadie desconoce esas necesidades. Pero el dilema no está en qué gastar, sino en cómo distribuir con justicia territorial. Ñuble no pide privilegios, pide equidad. Pide la oportunidad de seguir avanzando en un camino que recién comienza a consolidarse.
Si se confirman los recortes, la región no solo perderá recursos, sino también confianza en un Estado central que le volvería a dar la espalda.