Prepararse para el cambio de hora

Prepararse para el cambio de hora
Señor Director:
Dos veces al año nos enfrentamos al mismo ritual: adelantar o atrasar los relojes, y a pesar de que se ha normalizado en nuestra rutina, puede generar efectos más profundos de lo que solemos reconocer.
El cambio de hora interrumpe el ritmo circadiano, ese reloj interno que regula el sueño y otros procesos biológicos. Por eso no es raro que aparezca cansancio, irritabilidad, falta de concentración o dificultades para dormir.
Hay formas de reducir ese impacto, una de las más efectivas es anticiparse, ya que ajustar la hora de ir a la cama de manera gradual en los días previos hace que la transición no sea tan brusca. Por otro lado, limitar pantallas y luz artificial antes de acostarse, procurar un ambiente tranquilo y evitar comidas pesadas, cafeína o alcohol en la noche favorecen un sueño reparador.
La actividad física regular es otro aliado: disminuye el estrés, mejora la calidad del descanso y refuerza el ritmo biológico. Eso sí, conviene no ejercitarse justo antes de dormir para no activar al organismo cuando debería relajarse.
El cambio de hora puede sentirse incómodo, pero con hábitos simples es posible enfrentarlo mejor. El cuerpo necesita tiempo para adaptarse y lo que hagamos en esos días de transición marcará la diferencia entre arrastrar el cansancio o mantenernos en equilibrio. Prepararse con anticipación es la clave para que este ajuste anual altere lo menos posible nuestra rutina.
Dr.Carlos Vera
Jefe de Urgencias San José Interclínica