El desempleo volvió a instalarse en el centro del debate político regional. Ñuble alcanzó un 10,8% de desocupación en el trimestre móvil mayo-julio, según los datos entregados el viernes por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), consolidándose como la única región del país con dos dígitos de cesantía.
El promedio nacional se ubicó en 8,7%, lo que refleja una brecha persistente y preocupante para la zona. Se trata, además, del peak en lo que va del año y, de repetirse la tendencia de 2024, la tasa podría superar el 11% en las próximas mediciones debido al factor estacional. Aunque el gobierno resalta que en los últimos 12 meses hubo un aumento de 3,7% en los ocupados, un alza de 6,2% en los empleos formales y una reducción de la informalidad hasta el 31,3%, el panorama regional no muestra señales de mejora sustantiva.
El tema no solo divide a los economistas, que a nivel nacional enfrentan un debate sobre si se vive o no una “crisis laboral”, sino que también ha generado una fuerte reacción de los parlamentarios locales.
Urge una Mesa Regional
Desde la oposición y el oficialismo se coincidió en que Ñuble requiere medidas urgentes, aunque con diagnósticos y propuestas diferentes.
La senadora del PPD, Loreto Carvajal, aseguró que la región no puede seguir liderando los índices de desempleo del país y llamó a conformar de inmediato una Mesa Regional para el Desarrollo Productivo y el Empleo, con participación de actores públicos, privados, gremiales y académicos.
“Ñuble necesita que los recursos del Royalty Minero se traduzcan en inversión concreta en innovación productiva, especialmente en la industria de alimentos y el sector agropecuario, para aumentar nuestra capacidad exportadora y dar el salto que la región merece”, expresó.
Carvajal insistió en que el capital humano y los recursos naturales están, pero falta “voluntad y coordinación” para ponerlos en marcha.
Desde la vereda opuesta, el diputado RN y jefe de bancada, Frank Sauerbaum, fue aún más duro con el Ejecutivo y calificó la situación como una “emergencia laboral no declarada”.
Aseguró que el bajo dinamismo económico del gobierno se ha traducido en pérdida de oportunidades y pobreza en regiones como Ñuble.
“Tenemos 917 mil cesantes en el país, en su mayoría jóvenes y mujeres. Lamentablemente, se hace poco por revertir esta situación: el crecimiento económico y la inversión nunca fueron prioridad para este gobierno”, dijo el legislador.
Entre sus propuestas, Sauerbaum mencionó la necesidad de aprobar con rapidez el subsidio a la contratación, avanzar en la Sala Cuna Universal para facilitar el ingreso de las mujeres al mercado laboral y entregar más apoyo a las pequeñas empresas.
Además, llamó a una mesa de trabajo urgente entre el sector público y privado para agilizar inversiones y capacitar a los trabajadores.
La controversia sobre si existe una crisis laboral o no divide a expertos, pero en Ñuble las cifras ya muestran un rezago estructural frente al resto del país. Mientras el Ejecutivo insiste en que los indicadores de empleo formal mejoran, los parlamentarios locales reclaman medidas inmediatas para detener la escalada de la cesantía.
Ñuble sigue encabezando un ránking en el que nadie quiere estar. Y, con las proyecciones de un 2026 con mejores números, la interrogante es si la región podrá resistir dos años más con un mercado laboral estancado y una creciente sensación de urgencia social.
