Creadoras de Ñuble profundizan en el arte de la cestería en fibras vegetales

El tejido con la planta pita que crece de manera notoria en patios, campos y jardines, de distintas localidades de la Región de Ñuble, se posiciona como una materialidad creativa para mujeres con espíritu innovador, en su quehacer de transformar elementos naturales en objetos y piezas decorativas y utilitarias, ofreciendo a quienes visitan el lugar la oportunidad de llevarse un pedazo de su historia a través de un recuerdo auténtico y significativo.
La iniciativa cultural ‘Saberes de Cestería de Ñuble’, financiada por el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes (Fondart) Regional, en su línea de Culturas Regionales, y dirigida por la artesana y gestora cultural Natalia Vásquez, en una primera etapa invitó a mujeres de las comunas de Chillán Viejo, Coelemu y San Ignacio (Provincia de Diguillín), a embarcarse en un ciclo de talleres enfocados en aprender las técnicas de aduja y entramado doble, con el fin de confeccionar objetos de uso cotidiano e incorporar una nueva técnica artesanal dentro de las que ya se conocen en torno al oficio de la cestería en la zona.
Si bien esta propuesta busca difundir los saberes de cestería de la región de Ñuble, y otros saberes complementarios a través de entrevistas, talleres y encuentros en diferentes comunas vinculando participantes y artesanos/as con sus técnicas y experiencias diversas, “los talleres toman mayor protagonismo e interés en la implementación, porque son espacios que permiten que cada persona encarne el oficio y su valor cultural a través de la práctica. Observamos que al momento de tejer se activa la memoria local, con historias de las abuelas o tías, de cómo usaban la pita antes, pasando por sus características naturales y simplicidad, activando la emocionalidad, lo que nos dice que se logra el objetivo de esta propuesta, de reactivar el valor del oficio”, señaló Natalia Vásquez, directora del proyecto.
“Lamentablemente se ha perdido el traspaso de un saber ancestral y su valor cultural. En este taller pude valorar y apreciar que es una técnica artesanal con un hermoso nivel de detalle que nos conecta con la historia y con la creatividad a través de las manos”, indicó Norma Cerda, emprendedora y artesana de Chillán Viejo, quien también recalcó la importancia de la continuidad de estos espacios de aprendizajes para los grupos de creadoras que existen en la comuna, “valoro el ambiente colaborativo y paciente del taller, donde hemos compartido diferentes experiencias y no solo desde las técnicas, si no que el significado de este oficio y el deseo de mantenerlo vivo más aún en esta época donde todo ha sido reemplazado por lo artificial”.
El trabajo de la iniciativa en la región continúa hasta diciembre, con la realización de encuentros abiertos, y un proceso de exploratorio en torno al teñido natural de las hebras de pita junto a Alejandra Silva, experta en técnicas tintóreas con elementos naturales. “Conocer y compartir algunas de las plantas tintóreas de Ñuble para la planta Phormiun tenax y el proceso de teñido mediante una asesoría específica, nos permitirá abrir el desarrollo de nuevos productos de cestería que puedan aportar al interés del público y al turismo cultural”, explicó Natalia Vásquez, con respecto a la idea de agregar otros colores a los tejidos.