Señor Director:
El pasado 21 de agosto, en la página 7 de este diario pudimos leer las expresiones del alcalde de Chillán Viejo, Jorge del Pozo, donde señala: “El prócer es de la comuna de Chillán Viejo, no de otro lugar”.
Al respecto debo señalar que el Libertador Bernardo O’Higgins Riquelme es más que una explanada, más que un apoyo logístico o una localía. O’Higgins es de Chile, es de América.
Según la historia oficial, el Padre de la Patria nació en Chillán, aquel agosto de 1778. Su acta de bautizo, primer documento oficial que da fe de su existencia, señala que el niño nació en el obispado de Concepción, hijo natural del Mariscal de Campo Ambrosio Higinz (sic) “y de una señora principal de aquel Obispado”. El niño había sido arrancado de los brazos maternos en su casa de Chillán para conducirlo a Talca. Regresa al seno materno e inicia sus primeros estudios en Chillán, en el Colegio de los Naturales y desde esta ciudad es enviado a Lima. No cabe duda, Chillán es la cuna.
Preciso es recordar, una vez más, que Chillán Viejo nace mucho después del 5 de noviembre de 1835, cuando se refunda nuestra errante ciudad. Así las cosas, nadie nació en la comuna de Chillán Viejo antes de 1835.
Lo de la localía es una cuestión circunstancial, aquella explanada fue construida cuando ese territorio todavía formaba parte de la ciudad de Chillán.
La comuna de Chillán Viejo es hereditaria de una rica historia forjada en su actual territorio por hombres y mujeres anteriores a 1835, que debieron hacer frente a los embates de la naturaleza y la belicosidad de las poblaciones aborígenes.
Adolfo Márquez Esparza
Profesor- historiador
