La región de Ñuble ha mostrado un avance significativo en la asistencia escolar durante el primer semestre del año (marzo-junio) de 2025. La tasa de ausentismo crónico se redujo a 31,9%, equivalente a 28.466 estudiantes, casi 5 puntos menos que en el mismo periodo de 2024 (36,8%).
La asistencia promedio regional alcanzó un 90,3%, superando el promedio de 89,6% de 2024. Este avance de 0,6 puntos porcentuales posiciona a Ñuble entre las regiones que más han progresado en la recuperación de asistencia a nivel nacional. Sin embargo, aún existe una brecha con los niveles prepandemia, cuando en 2019 la asistencia llegaba a 92,4%.
El análisis fue realizado por Fundación Presente en base a las cifras entregadas por el Centro de Estudios del Ministerio de Educación.
“Es muy positivo ver los avances en la Región de Ñuble, que ha logrado reducir su tasa de ausentismo crónico de forma significativa. Esto demuestra que el trabajo de las comunidades educativas está dando frutos”, señaló Andrés Contreras, coordinador de Evaluación y Monitoreo de Fundación Presente. “A pesar de la mejora, el ausentismo sigue afectando a más de 28 mil estudiantes, por lo que el esfuerzo debe continuar.”
El ausentismo crónico tiene consecuencias profundas: debilita los aprendizajes, afecta la autoestima y la vinculación con la escuela, y puede limitar las oportunidades académicas, laborales y de desarrollo futuro de las y los estudiantes.
A nivel comunal, Chillán Viejo destaca con un aumento de asistencia de 2,8 puntos y una reducción del ausentismo crónico en un 33%. San Nicolás también muestra un progreso notable, con un aumento de 1,9 puntos en asistencia y una caída del 48% en ausentismo.
En contraste, algunas comunas enfrentan retrocesos. Trehuaco, disminuyó su asistencia en -4,2 puntos y el ausentismo aumentó en un 81%. Coelemu y El Carmen también registraron caídas de -3,1 y -3 puntos respectivamente, con un alza preocupante en ausentismo del 67% y 56%.
El año escolar 2024 cerró con un 37,4% de estudiantes en situación de ausentismo crónico en la región, lo que equivale a 32.318 niños, niñas y jóvenes que asistieron al 90% o menos de sus clases.
“Faltar reiteradamente genera un impacto profundo en el aprendizaje y en la conexión con la escuela. Necesitamos que familias, docentes y comunidades trabajen de forma articulada para prevenir la inasistencia crónica. La asistencia escolar es la base del aprendizaje y del futuro de nuestros niños, niñas y jóvenes”, enfatizó Rebeca Molina, directora ejecutiva de Fundación Presente.
