A menos de una semana del arranque de los trabajos del mejoramiento de la avenida Francisco Ramírez (continuación al oriente de calle Libertad), algunos locatarios ubicados en la vereda norte han acusado robos, incivilidades y bajas importantes en las ventas -en parte- por la instalación del comercio ambulante fuera de sus establecimientos.
Los perjudicados son cerca de una decena de locatarios, en especial del rubro abarrotes, verdulerías, gastronómico y farmacéutico, quienes junto con hacer las respectivas denuncias a través de las policías, también solicitaron ayuda a través de algunos integrantes del Concejo Municipal.
Uno de los últimos hechos afectó a una farmacia, a la que delincuentes ingresaron el pasado domingo robando medicamentos y dinero en efectivo.
“Desde algún tiempo nos habían intentado robar, pero no habían podido. Ahora, como se instalaron estos paneles y las mallas -por el tema de las obras- lograron entrar. Rompieron los candados y levantaron la cortina metálica con una gata”, explicó Alexander Olate, químico farmacéutico del local.
El profesional dijo que aún no se ha hecho un arqueo del costo de lo sustraído, sin embargo, aclara que “dentro de lo que se llevaron también había algunos medicamentos que tienen un valor relativamente alto”.
El local cuenta con cámaras de seguridad y las imágenes fueron entregadas a la Fiscalía.
Afectación en las ventas
Uno de los receptores de las quejas de los locatarios fue el concejal Rodrigo Ramírez, quien expuso este problema en la pasada reunión de concejo, solicitando a la Secretaría de Planificación (Secpla) que oficiara al Serviu, en su calidad de entidad mandante de la obra para poder buscar alguna forma de mitigar las afectaciones y garantizar mayor seguridad.
“Se trata de locatarios con más de 20 años en ese lugar, a quienes ahora tienen todos tapados con mallas, lo que ha generado un aumento en las incivilidades. Además, los ambulantes han ocupado esas veredas vendiendo los mismos productos que se ofrecen en estos locales, por lo que el perjuicio en las ventas ha sido mayor”, advirtió el concejal.
Estefanía Espinoza, del local de frutas y verduras La Economía, relata que “sabíamos que iban a empezar las obras y que iban a poner paneles, pero lo de las mallas negras no fue bueno, porque esto quedó como un túnel negro. Las ventas han bajado mucho porque como no nos ven, mucha gente cree que no estamos atendiendo”.
Por lo mismo, los comerciantes le pidieron a los encargados de las obras que las retiraran, cuestión que ya se hizo.
Ahora, “les queremos pedir que dejen algunos pasos habilitados para que las personas puedan cruzar desde el frente, donde está el hospital. Al principio los habían dejado, pero después los cerraron”.
La Discusión extendió las consultas en materia de seguridad tanto a la Secretaría de Planificación del Municipio como al Serviu, quienes explicaron que no les cabe responsabilidad en estas materias, ya que se trata de un trabajo que, en estricto rigor, le corresponde a Carabineros.
Si bien el municipio cuenta con patrullas de seguridad, la mayoría de este tipo de delitos se comete en horas de la madrugada, lo que dificulta aún más alguna planificación preventiva.
