La Comisión de Constitución de la Cámara de Diputadas y Diputados inició esta semana la votación en particular de la reforma al sistema político y electoral, actualmente en segundo trámite legislativo.
La propuesta, que reúne tres mociones presentadas por senadores de distintos sectores, fija un umbral nacional de votos para que los partidos puedan acceder a escaños en la Cámara Baja y contempla la pérdida del cargo para legisladores que renuncien a la colectividad que declaró su candidatura.
El objetivo declarado es corregir los efectos no deseados de la reforma electoral de 2015, que según sus impulsores derivó en mayor fragmentación política y en la elección de parlamentarios con menos del 5% de los votos válidamente emitidos.
La norma también recoge planteamientos de los procesos constituyentes respecto de representación política y participación ciudadana.
En la primera sesión, la instancia rechazó y declaró inadmisibles varias indicaciones, en un debate que el presidente de la comisión, Jorge Alessandri (UDI), calificó como “lento” por la presencia de “intereses creados”.
“Es difícil para los parlamentarios rebajarse los cupos o dificultar que partidos chicos elijan parlamentarios”, dijo, aunque sostuvo que “un parlamento menos fragmentado es mejor para Chile”.
Visiones desde Ñuble
Desde Ñuble, el diputado Frank Sauerbaum (RN) ha señalado en ocasiones anteriores que “cualquier reforma al sistema político debe apuntar a mejorar la gobernabilidad y a reducir la fragmentación, porque hoy cuesta mucho construir mayorías estables en el Congreso”.
Por su parte, Felipe Camaño (independiente-DC) ha advertido que “si bien hay que perfeccionar el sistema, no se puede imponer un umbral que termine dejando fuera a sectores que representan a comunidades completas; la democracia también se construye con diversidad”.
Uno de los puntos que marcó la jornada fue el rechazo a la indicación de las diputadas Lorena Fries y Javiera Morales que buscaba asegurar la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres en todas las etapas del proceso electoral. Ambas argumentaron que la propuesta era necesaria ante el fin, en esta elección, de las cuotas de género implementadas en 2015.
Mientras el Ejecutivo, a través de la ministra de la Segpres, Macarena Lobos, respaldó la idea, diputados como Luis Sánchez y Camila Flores la rechazaron, calificándola de “intervención artificial” y “manipulación de la voluntad popular”.
Asimismo, la comisión declaró inadmisible la indicación republicana que pretendía reducir a 120 el número de diputados y rechazó parte del texto aprobado en el Senado que obligaba al Servel a actualizar la asignación de escaños cada diez años, sin modificar su número total.
También se rechazó la propuesta de los diputados Alessandri y Gustavo Benavente que proponía disminuir el número de diputados electos en distritos plurinominales, de los actuales 3 a 8 diputados, a 2 y 6 por cada distrito.
El debate continuará la próxima semana, con la expectativa de que las diferencias políticas permitan -o frustren- el objetivo de rediseñar las reglas de acceso al Parlamento antes de las elecciones de 2025.
