Ni disparos ni lanzamientos de fuegos artificiales, ni derrapes de vehículos, ni nada de eso. La única acción asociada a un funeral de “alto riesgo” que hubo en las calles de Quirihue, fue la sonoridad de las sirenas de las patrullas policiales que acompañaban a la carroza fúnebre hasta el cementerio local.
“A mí me habían informado de este funeral de alto riesgo, pero estaba en una reunión en una junta de vecinos cuando se escuchaban desde lejos las sirenas. Creo que en la comuna, más que miedo, lo que hubo fue asombro, porque no todos sabían de esto”, comentó el alcalde de Quirihue, Enrique Redlich.
La persona fallecida era Rodrigo Marín Espinoza, con prontuario por delitos de robo y hurto, quien falleció asesinado a tiros en Santiago, sin embargo, como cuenta con familia en esta comuna de la Provincia del Itata, se solicitó el traslado del féretro.
Considerando las posibilidades de manifestaciones peligrosas para el entorno es que se invocó a la ley 21.717, promulgada en noviembre de 2024, por lo que Carabineros quedó con la facultad de determinar el trayecto, garantizar la seguridad, controlar la identidad de los participantes y restringir el acceso de elementos o personas que puedan causar problemas.
Redlich confirmó que “no hubo ningún tipo de problemas, ni alteración al orden. La verdad es que todo fue muy rápido y cuando ya estaba oscuro, porque esto debe haber sido entre las 7 y las 8 de la tarde”.
Considerando que la ley mencionada obliga un proceso a realizarse en menos de 24 horas, “apenas llegaron a la comuna, se fueron directo al cementerio. Todo fue muy rápido y para ser sincero, no muchas personas deben haber sabido de qué se trataba esa procesión”, agregó el jefe comunal.
Consultado al respecto, el delegado presidencial de Ñuble, Rodrigo García, ratificó las impresiones del alcalde de Quirihue.
“En la región hemos tenido solo un funeral de riesgo de una persona que provenía de la Región Metropolitana y que sus familiares viven en Ñuble. En ese sentido, mencionar que se llevó a cabo de manera normal, sin alteración del orden público y cumpliendo con los protocolos para el procedimiento establecido”, sostuvo.
Conforme al protocolo legal, la familia no tuvo opción a velorio, aunque sí se le pudo realizar un breve responso en el mismo cementerio quirihuano.
“Esperamos que no sea habitual”
La familia de la persona fallecida es conocida en la capital del Itata, por ser gente tranquila y de esfuerzo.
Así la describe el consejero regional por Itata, Wilson Ponce, quien añade: “conozco a los hermanos y son personas con trabajos formales. Gente tranquila y respetada. Él (Rodrigo Marín) era de Trehuaco y se había ido a vivir a Santiago hace unos años. Por lo que supe, fue esa noche a ver a la polola y llegaron unas personas y le dispararon”.
Si bien la víctima no registra vínculos con el mundo del tráfico de drogas, “lo que pasó fue que sus amigos comenzaron a lanzar fuegos artificiales para despedirlo, y por eso, las autoridades calificaron el hecho como funeral de alto riesgo”, añadió.
Otros antecedentes en Ñuble fueron el “narcofuneral” de Coihueco, en 2022 “y un funeral que hubo hace menos de un año, acá en Coelemu, donde hubo harto ruido”, comenta el alcalde Alejandro Pedreros.
Pese a que son pocos los casos, en Quirihue, el alcalde Redlich, dice “espero que esto no se haga habitual”.
