Señor Director:
En la producción porcina moderna, la prevención de enfermedades es la base para garantizar animales sanos, una producción sostenible y la seguridad alimentaria. Poner el foco en brindar una mejor sanidad a los cerdos, significa, además, conciencia por un mayor estándar de bienestar de los animales. En ese contexto, las vacunas cumplen un rol decisivo, ya que fortalecen el sistema inmune de los cerdos y disminuyen la propagación de patógenos. Es una ecuación simple pero poderosa: un cerdo vacunado es un cerdo con menos probabilidades de necesitar antibióticos, y por ende, con menos riesgo de contribuir al desarrollo de resistencia, un desafío creciente para la salud animal y humana.
La prevención también implica una atención constante y personalizada de los animales. La capacitación de los cuidadores para detectar tempranamente signos de enfermedad permite actuar de forma oportuna y precisa, asegurando que los tratamientos sean altamente exitosos, y a la vez hacer un uso responsable de antibióticos cuando sean estrictamente indispensables, en la dosis correcta y por el tiempo adecuado.
De esta forma se minimizan las posibilidades de que las bacterias desarrollen resistencia debido a subdosificaciones o tratamientos inadecuados. Este enfoque proactivo da como resultado granjas con menos enfermedades, carne de mejor calidad y una industria porcina más confiable. La inversión en prevención no se limita al bienestar animal o la productividad; es una inversión directa en la salud pública y en la preservación de la eficacia de los antibióticos para las generaciones futuras.
Sergio López
KAM Senior Swine, Zoetis Chile
