La Policía de Investigaciones confirmó que el cuerpo encontrado en el Puente El Ala, camino a Portezuelo, corresponde al profesor que se encontraba desaparecido desde ayer lunes, por la mañana en Chillán.
Se trata del docente de Química y evaluador del Liceo Marta Brunet, Cristóbal Castillo (36), quien era intensamente buscado por sus familiares, luego que saliera, con rumbo desconocido, desde su casa ubicada en villa Portal El libertador. Su extravío llevó a sus cercanos a presentar una denuncia por presunta desgracia a la policía.
La mañana de este martes amigos comentaron que encontraron su bicicleta cerca del Puente El Ala, y posteriormente se dio a conocer el hallazgo del cuerpo.
Leer también: Encuentran cuerpo en Chillán: Correspondería al profesor Cristóbal Castillo
Los primeras pericias efectuadas por los detectives de la Brigada de Homicidios indicaron que no habría intervención de terceros en su fallecimiento. Sin embargo, la causa de su muerte deberá ser ratificada por el Servicio Médico Legal.
“En el lugar, los detectives establecieron que la víctima se trataba de una persona la cual había sido denunciada el día de ayer como desaparecida. La víctima tenía 36 años y ,según lo que manifiestan familiares, habría salido de su domicilio en bicicleta en la mañana perdiendo su rastro. Conforme a los antecedentes reunidos, se podría descartar la participación de terceras personas en el mecanismo de la muerte. No obstante, la causa precisa de fallecimiento será determinada por la necropsia realizada por el Servicio Médico Legal”, explicó el jefe Brigada de Homicidios Chillán, subprefecto Raúl Sánchez.
Desde la municipalidad de Chillán lamentaron su deceso y expresaron sus condolencias, destacando sus virtudes.
“Como municipio, valoramos su profesionalismo y la calidez humana que entregó a todos quienes formaron parte de su comunidad educativa”, manifestaron.
Conmoción ha generado la noticia en el círculo cercano del joven chillanejo. Su amiga de la época del colegio, Javiera Pérez, lo recordó en el plano personal y profesional, valorando la habilidad que tenía para impartir el conocimiento, de manera lúdica y cautivante en las aulas.
“Una maravillosa persona. Era generoso, buen amigo y preocupado en lo personal y laboral, entregado con sus alumnos tanto en lo académico como formativo. Tenía unas habilidades pedagógicas tremendas. Hacia sus clases divertidas e interactivas. Siempre muy creativo”, comentó a La Discusión.
Incluso, Javiera relató que en circunstancias complejas de la emergencia sanitaria, por Covid-19, se las ingenió para seguir enseñando a su estilo, tratando de que la Química fuera comprendida por sus alumnos de manera entretenida, para que finalmente el contenido quedara internalizado.
“En la pandemia implementó un estudio para hacer sus clases dinámicas”, puntualizó.
Cristóbal estudió en el Colegio Padre Hurtado y pedagogía en la Universidad del Bío Bío. Llevaba 18 años con el “amor de su vida”, Karina, con quien había firmado el Acuerdo de Unión Civil y vivían juntos en la Villa Portal El Libertador. Le gustaba el deporte, en especial, practicar bicicleta y tenía su grupo de amigos del colegio con quienes se reunía regularmente.
