Señor Director:
La TV no es solo un medio de entretenimiento, sino también una plataforma poderosa para la educación, la información y el desarrollo cultural de la sociedad. La prevalencia de ciertos “reality shows” puede afectar los valores y el desarrollo cultural de la audiencia y muchos de estos programas no cumplen con un propósito social o educativo, centrándose en el espectáculo superficial, el conflicto o la trivialidad. A menudo, las situaciones son manipuladas o exageradas para crear drama, lo que puede confundir al público sobre lo que es “real”. La sobreexposición a este tipo de contenidos puede afectar la percepción de la realidad, los valores y la estimulación intelectual de los televidentes, especialmente de los más jóvenes. En algunos casos, pueden glorificar el conflicto, la confrontación o la superficialidad.
Reclamamos a los programadores y directivos de los canales a reflexionar sobre la calidad de su oferta y a considerar la incorporación de más contenidos que aporten valor, promuevan el conocimiento, la cultura, el debate constructivo o la reflexión social; los televidentes tienen el derecho y la capacidad de expresar su descontento y demandar una televisión de mejor calidad.
Juan De Dios Videla Caro
